Una orden del Tesoro de cortar relaciones con CIBanco, Intercam y Vector, firmas acusadas de ayudar a carteles de la droga a lavar dinero, entró en vigor este lunes 20 de octubre. Pero su impacto ya se ha extendido por toda la banca de México.
Las tres entidades sancionadas fueron desmanteladas y vendidas por partes. Sus clientes trasladaron sus operaciones —gran parte de ellas en el mercado cambiario— a otros bancos o casas de bolsa.
Más allá de esas firmas, el sistema bancario de México está en alerta máxima: Depuró su lista de clientes; reforzó los controles internos y aumentó la comunicación con los reguladores de México y de EU, esto para evitar ser el próximo blanco en la ofensiva de Trump contra los carteles de la droga.
La ‘cruzada’ del Tesoro de EU contra operaciones del narco en bancos mexicanos
Funcionarios estadounidenses han sido claros en su mensaje: Habrá tolerancia cero para quienes ayuden a lavar fondos vinculados al fentanilo.
La orden de romper vínculos con las tres firmas —anunciada en junio— fue la primera aplicación de los poderes otorgados a la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN, por sus siglas en inglés) por la Ley Fend Off Fentanyl aprobada en 2025. Altos funcionarios del Tesoro han visitado repetidamente México para reforzar ese mensaje.
“Fue una advertencia a los bancos de que el Tesoro tiene esta herramienta y piensa usarla”, apuntó Craig Timm, exabogado del Departamento de Justicia y director senior de la Asociación de Especialistas Certificados en Antilavado de Dinero.
“Nadie quiere ser el siguiente, porque como vemos en estos casos, cuando se hace pública se convierte en una amenaza existencial”, agregó el especialista sobre lo que pasó con CIBanco, Intercam y Vector.
Así fue como CIBanco, Intercam y Vector perdieron sus operaciones y clientes
Entre los efectos colaterales: Kapital Bank está comprando parte importante de las operaciones de Intercam, mientras que Vector transfirió algunos activos y clientes a Casa de Bolsa Finamex. Además, CIBanco perdió su licencia bancaria este mes, y BanCoppel —parte de Grupo Coppel— está comprando su cartera de préstamos para automóviles.
Banco Multiva asumirá el negocio fiduciario de CIBanco, una operación de gran relevancia en el sistema financiero mexicano. CIBanco era fiduciario de la mayoría de las emisiones de certificados de capital privado y fideicomisos de inversión inmobiliaria del país. Intercam también tenía una importante unidad fiduciaria.
Aunque la orden de EU minimizó el posible impacto sobre el sistema bancario y la economía mexicana —al afirmar que CIBanco e Intercam juntos representaban menos de 2 por ciento de los activos de la banca comercial—, no mencionó el tamaño significativo del negocio fiduciario de CIBanco.
Tras la medida, fideicomisos inmobiliarios mexicanos y firmas de capital privado de EU se apresuraron a cambiar de fiduciarios en sus vehículos de inversión, para evitar posibles conflictos con la designación estadounidense.
Las órdenes de FinCEN forman parte del arsenal poco convencional que el Gobierno de Donald Trump ha estado desplegando tanto dentro como fuera de EU. Como ejemplo: Los recientes ataques militares contra embarcaciones venezolanas presuntamente dedicadas al narcotráfico.
La acción contra los bancos mexicanos es parte de una amplia estrategia de la administración estadounidense para la “eliminación total de los carteles”, mediante herramientas poderosas que requieren un umbral relativamente bajo para ser aplicadas.
No existe apelación posible a la orden de FinCEN, y la semana pasada la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que EU no había presentado pruebas convincentes que vincularan a las firmas con el narcotráfico.
Añadió que los reguladores mexicanos solo hallaron faltas administrativas y “nada relacionado con lavado de dinero”. Los bancos fueron multados a fines de junio, en paralelo con las órdenes de EU, por deficiencias en los controles antilavado, mientras que Vector enfrentó sanciones por no actualizar información de fondos.