Ciudad de México, México.– Las tensiones entre México y Perú, que comenzaron hace casi tres años tras el fallido autogolpe del expresidente Pedro Castillo, han llegado a un nuevo punto crítico. El Gobierno de Perú anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con México, luego de que la administración de Claudia Sheinbaum concediera asilo político a Betssy Chávez, ex primera ministra de Castillo.

El ministro de Relaciones Exteriores peruano, Hugo de Zela, confirmó la decisión y la calificó como una respuesta a un “acto inamistoso” por parte de México. Pese a la ruptura, precisó que las relaciones consulares se mantendrán activas entre ambos países.

El caso de Betssy Chávez, el detonante

La decisión de Claudia Sheinbaum de mantener el asilo a Betssy Chávez reaviva la crisis diplomática iniciada tras la destitución de Pedro Castillo (Foto: Twitter)

Betssy Chávez, de 36 años, es investigada por los presuntos delitos de rebelión y conspiración, señalada como una de las coautoras del efímero intento de golpe de Estado de Castillo en diciembre de 2022. De acuerdo con la Fiscalía peruana, la exfuncionaria habría redactado parte del mensaje televisivo en el que el entonces presidente anunció la disolución del Congreso y la instauración de un “gobierno de excepción” que duró apenas unas horas.

Tras ausentarse de varias audiencias judiciales, Chávez solicitó asilo en la embajada de México en Lima, lo que llevó al gobierno peruano a considerar la medida como una intromisión directa en sus procesos internos.

Una relación marcada por la desconfianza

La decisión de Claudia Sheinbaum de mantener el asilo a Betssy Chávez reaviva la crisis diplomática iniciada tras la destitución de Pedro Castillo (Foto: Twitter)

El conflicto diplomático entre ambos países se remonta al final del mandato de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), quien defendió públicamente a Pedro Castillo, lo llamó “presidente legítimo” y calificó su destitución como un “golpe de Estado técnico” motivado por el racismo de las élites peruanas.

México otorgó asilo a la familia de Castillo en diciembre de 2022, lo que provocó la primera gran fricción con Lima. Desde entonces, el Congreso peruano ha declarado persona non grata tanto a López Obrador como, más recientemente, a la actual mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, quien ha mantenido la misma línea política e ideológica de su antecesor.

Sheinbaum continúa la postura de López Obrador

Pese al cambio de gobierno en México, las tensiones diplomáticas no cesaron. Sheinbaum, quien asumió la presidencia en 2024, decidió no asistir al Foro APEC celebrado en Perú como señal de rechazo al gobierno de Dina Boluarte, a quien también ha calificado de “presidenta espuria”.

La mandataria mexicana reiteró recientemente su respaldo a Pedro Castillo, destacando que su destitución fue un golpe de Estado y manifestando su “solidaridad permanente” con el exmandatario.

Perú acusa intromisión y rompe relaciones

La decisión de Claudia Sheinbaum de mantener el asilo a Betssy Chávez reaviva la crisis diplomática iniciada tras la destitución de Pedro Castillo (Foto: Twitter)

En respuesta, el canciller Hugo de Zela acusó a México de “tratar de convertir a los autores del intento de golpe en víctimas” y anunció la ruptura diplomática definitiva.

“La decisión mexicana es equivocada e inaceptable”, declaró el funcionario, subrayando que Lima lamenta profundamente la posición del Gobierno mexicano, aunque mantendrá los servicios consulares en ambos países para no afectar a sus ciudadanos.

La crisis actual no solo es un conflicto bilateral, sino también una muestra de las tensiones ideológicas entre gobiernos de izquierda y de corte conservador en América Latina. Mientras Sheinbaum reafirma su compromiso con la defensa de líderes progresistas, Perú busca reafirmar su soberanía ante lo que considera una interferencia diplomática.