Silao, Gto.- Desde hace 157 años y del 9 de noviembre al 10 de diciembre, Silao vive una bella tradición en honor de la Virgen del Patrocinio de María, con los llamados “Ponches” o “Composturas”, en una veneración a la sacra imagen en diversos sectores y colonias de la ciudad.
La tradicional temporada de Ponches comenzó este domingo 9 de noviembre en la zona integrada por las calles Madero, Ayutla, Mina, Degollado, Arenal, Pila y La Paz.
Sobre estas celebraciones, la cronista Paola Trujillo, comento que nacieron en la segunda mitad del siglo XIX, a partir de 1868 cuando la escultura de la Virgen del Patrocinio llegó al templo de la Casa de Ejercicios, bajo la guía del sacerdote Crescencio Anguiano y Miranda.
“Una de las tradiciones más importantes para los silaoenses con los ponches o iluminaciones y va relacionada con la devoción de la Virgen María en una de sus abdovacioes como es la virgen del Patrocinio”, explico.
En Silao –abundo- es muy conocida la frase que “a los ponches no se invita, se llega”
En Silao –abundo- es muy conocida la frase que “a los ponches no se invita, se llega”, y anteriormente se llamaba las iluminaciones, porque la virgen se bajaba del altar y se llevaba a los diferentes cuarteles o manzanas que conformaban el municipio de Silao.
“La virgen se llevaba y se acompañaba de los rezos y la gente prendía fogatas para iluminar su paso porque no había alumbrado público, de ahí que se le llamaba “iluminaciones” aparte de que allegar al cuartel o manzana se les ofrecía una bebida caliente a los peregrinos”, asevero.
Posteriormente se fueron incorporando las decoraciones a las calles con arreglos en color azul y blanco que son los colores del vestido de la virgen y en ese entonces fueron conocidas como “composturas”.

La cronista de la ciudad, Paola Trujillo, también resaltó que llegar a los Ponches es llegar al corazón de Silao, a la memoria viva de las abuelas y los abuelos, y a las luces que no se apagan; es participar en una tradición que, año con año, recuerda que la fe y la alegría se comparten mejor cuando el ponche se sirve caliente en su ollita de barro.
Es tradición (que lucha por preservarse), que las calles sean adornadas con recuadros de papel picado, colocados de extremo a extremo de la calle y en las puertas de las viviendas se colocaba un farol de papel de china con una vela dentro, para indicar que ahí había ponches a ofrecer, de ahí el calificativo de “composturas”, porque se componían las calles con adornos, aparte de la instalación de juegos mecánicos y vendedores.
Cabe destacar que la celebración inicia con el recorrido que hace la sacra imagen seguida de los fieles el domingo 9 de noviembre a partir de las 6:00 de la mañana, partiendo del templo de la Casa de Ejercicios hasta el punto donde se realizaran los ponches, donde es venerada todo el día y por la noche es regresada al templo, para realizar al día siguiente el mismo ritual.
