León, Gto.- Un techo hecho con láminas y paredes de madera en las que el frío golpea con todo durante la noche y la madrugada, es lo que conforma el cuarto donde vive el matrimonio conformado por Teresita Grimaldo y Sebastián Espinoza, ubicado en las orillas de la comunidad de San Juan de Abajo; donde el frío se siente hasta en los huesos.
La temporada de frío ya se hizo presente, y en lo que es el hogar de esta pareja ubicado en la calle Rosales, está casi a la intemperie.
Sin embargo, tras vivir actualmente en un cuarto que mide aproximadamente cuatro metros cuadrados, el pasado sábado en el mismo terreno que rentan, un presunto cortocircuito hizo que se incendiara su hogar.

Ante la llegada del frío en una de las comunidades donde más carecen de apoyo, actualmente duermen en una cama que les regalaron y se calientan con dos cobijas que también les dieron unos vecinos, quedando así expuestos al frío que pega en las láminas del cuarto con tablas que levantaron.
El cuarto lo levantó gracias al apoyo de los vecinos
Sebastián Espinoza, dijo que el cuarto lo levantó gracias al apoyo de los vecinos, pero que aguantar el frío es duro, esto pese a que apenas está comenzando la temporada.
Recordó que con el incendio perdió todo lo que tenía, entre lo que se encontraba su estufa, cama y lavadora.

Añadió que en la comunidad de San Juan de Abajo tienen viviendo 18 años y que en el actual terreno tiene apenas tres meses.
“Con el cambio de clima, pues nomas lo ronco de la garganta, porque vivimos nada más ella y yo solos, no tenemos niños para que se pudieran enfermar”, expresó.
Sebastián se dijo agradecido de haber levantado de nuevo su hogar, pero que el frío es algo de lo que no han podido librarse.
“Sí pega, ahorita pega porque está más bajito el cuarto y amanecen bien frías”, expresó.

El incendio que acabó con su hogar, el cual también era hecho de láminas, aseguró que los dejó sin mucho con qué cubrirse, por lo que solo se tapan en la noche para enfrentar el frío con una cobija y una colcha.
Incluso para poder repeler un poco el frío, en el acceso a su único cuarto, usan de puerta dos colchas, las cuales ayudan a mantenerse un poco calientes.
Pese a que él se dedica a la albañilería y su esposa a la repostería, se les ha hecho imposible levantarse rápido de esta tragedia, por lo que piden el apoyo de la gente para que les hagan llegar cobijas y ropa para poder cubrirse del frío.
“Pues lo que fuera, no es de que, o sea se quemó todo pues, lo que fuera que ayudaran”, indicó.
