Entre los implicados se encontraba la mano derecha de uno de los narcotraficantes más poderosos de la Camorra napolitana, así como cuatro mexicanos que, según la investigación, buscaban consolidar la presencia del CJNG en el continente europeo.
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Las autoridades revelaron que el grupo realizaba rituales de santería con el objetivo de “proteger” los cargamentos de droga enviados desde Latinoamérica, principalmente desde Costa Rica, ocultos en maquinaria industrial de gran tamaño.
Una red multinacional con conexiones en Italia, México y Colombia
Los detenidos —mexicanos, españoles, colombianos e italianos— operaban una compleja red para enviar droga mediante los puertos de Oporto (Portugal) y Rótterdam (Países Bajos). La operación evitó que la organización consolidara su presencia en Europa, donde ya “exploraban rutas” para expandir sus actividades.
El caso nació tras pequeñas incautaciones en Bilbao y Valencia hace más de un año. Aquellos primeros hallazgos revelaron algo inusual: los fardos tenían doble logo, una práctica inédita en el tráfico internacional de cocaína. Ese detalle llevó a los agentes hasta varias naves industriales donde se almacenaba y preparaba la mercancía.
Envíos hacia Italia y nexos con la Camorra
La Policía española detectó que desde inmuebles en Talavera de la Reina se enviaba maquinaria industrial cargada de droga hacia Italia. Allí entraba en juego un vínculo directo con la Camorra, incluido un colaborador cercano de Raffaele Imperiale, capo detenido en Dubái en 2021 y figura relevante en el tráfico europeo.
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En septiembre se interceptó un primer cargamento que confirmó que la célula española estaba activa y en proceso de expansión.
El “santero” y los Peaky Blinders mexicanos
Durante la operación fue detenido un ciudadano colombiano señalado como santero, quien realizaba rituales para “proteger” los envíos. El hombre portaba un sombrero que, según su propia superstición, no debía quitarse durante un año para evitar ser arrestado.
Los cuatro mexicanos enviados por el CJNG también llamaron la atención por su estilo: usaban las características boinas de los Peaky Blinders, inspiradas en la serie británica sobre una pandilla criminal de Birmingham.
Un empresario español, pieza clave del lavado de dinero
Otro detenido relevante fue un empresario español sin antecedentes penales, quien presuntamente proporcionaba soporte logístico y realizaba actividades de lavado de dinero mediante la compra de lingotes y monedas de plata valuados hasta en dos mil euros por kilo.
Los investigadores creen que la organización acababa de reactivar su estructura para recibir un nuevo cargamento de droga cuando se llevó a cabo el operativo.
El impresionante decomiso
Durante los cateos en España se incautaron:
- 1,870 kilos de cocaína
- 375 kilos de anfetamina
- 70 kilos de plata
- 275,000 euros en efectivo
- Criptomonedas por 15,000 dólares
- Tres armas cortas
- 15 vehículos