Guanajuato, Gto.- El presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM), Ing. Rubén del Pozo Mendoza, advirtió que la nueva Ley de Aguas, recientemente aprobada en fast track en el Senado de la República, representa un duro golpe para la minería, ya que restringe esta actividad económica en las zonas donde se encuentran los principales yacimientos del país.
“En particular, el artículo 118 prácticamente prohíbe que se construyan instalaciones mineras en gran parte del territorio nacional, especialmente en regiones montañosas donde se ubica la mayoría de las minas en operación, sobre todo las nuevas que están localizadas en zonas serranas. Debido a procesos tectónicos que favorecen la formación de yacimientos minerales, es difícil ya encontrar yacimientos en el altiplano“, comentó.

Estas restricciones podrían frenar la producción de metales y minerales
El ingeniero Rubén del Pozo hizo hincapié en que estas restricciones podrían frenar la producción de metales y minerales indispensables para el abastecimiento de la industria nacional.
“Corremos el riesgo de convertirnos en deficitarios en algunos minerales en los que actualmente nuestro país es autosuficiente para abastecer a la industria nacional”, advirtió.
El presidente de la AIMMGM dejó en claro que esta nueva Ley de Aguas Nacionales pone a caminar sobre hielo delgado no solo a las mineras, sino también a las comunidades que dependen de esta actividad económica en las zonas serranas del país.

“No olvidar: este tipo de minas están enclavadas en regiones donde no hay otra cosa que hacer, donde son el sustento de cientos de familias que dependen de la actividad minera. Ahí se le pega muy fuerte y no solo a la minería, sino al desarrollo económico de la región, donde si no hay producción minera suficiente se deja de recibir sueldos“, advirtió.
Del Pozo Mendoza explicó que el trato que recibe la minería por parte del gobierno mexicano es injusto, ya que esta industria contribuye en materia fiscal y se desarrolla con altos estándares de profesionalismo, calidad y compromiso con la naturaleza por parte de los ingenieros mexicanos. Recordó que se intenta satanizar a esta industria cuando la minería utiliza apenas el 0.27% de toda el agua que se concesiona a nivel nacional.
“No utilizamos agua nueva, estamos reciclando nuestro líquido. El agua que utilizamos en las operaciones mineras es reciclada; malamente se nos prohíben cosas cuando se ignora lo que hacemos”, recriminó.
Por último, el ingeniero Rubén del Pozo advirtió que, si la Ley de Aguas sigue el mismo camino que ha llevado la Ley Minera aprobada en 2023, la incertidumbre en este sector económico podría crecer y ahuyentar las inversiones más de lo que ya ha ocurrido, lo que podría traer graves consecuencias para la economía de México. Aseguró que el gobierno debe establecer una regulación sólida y clara en este tema, basada en información y evidencia técnica, así como incorporar mecanismos que fortalezcan la gobernanza del agua y la confianza del público, y sobre todo, garantizar certidumbre jurídica a los inversores.
“Preveo circunstancias muy difíciles, adversas para la minería. ¿Qué ha pasado con la Ley Minera y los reglamentos? La Ley Minera se aprobó en 2023, estamos en 2025 y no han salido los reglamentos, y durante ese tiempo hay una tremenda incertidumbre. Y la incertidumbre es lo peor que puede existir para la inversión: no hay inversión, la inversión se va a otros destinos. ¿Y para allá vamos también con la Ley del Agua? Es decir, ahorita se aprueba la ley, ¿y los reglamentos cuándo?” cuestionó.
