Irapuato, Gto.- Desde hace 25 años, Malena honra a la Virgen de Guadalupe con cada paso de danza. Con devoción, disciplina y amor lidera al grupo de danzantes “Sol y Luna”, quienes cada diciembre llenan las calles de Irapuato de movimiento, color y fe.
Su historia comenzó hace 27 años, cuando su abuelita enfermó. En medio de la preocupación y la esperanza, Malena decidió hacer una manta para la Morenita del Tepeyac, un gesto que se convirtió en promesa y, con el tiempo, en un llamado espiritual. Dos años después, formó el grupo que hoy guía con entrega.
“Es más devoción a la Virgen de Guadalupe que nos hace venir cada año a bailarle y llegar hasta sus pies. Mi abuelita estaba enferma hace 27 años y le dije a la Virgen que si la curaba yo iba a venir, nomas le dije que iba a ser por un año pero aquí estoy, mi abuelita ya me cuida desde el cielo pero sigo rindiendo ese favor“, dice.
Este año ha sido uno de los más complicados para ella
Este año ha sido uno de los más complicados para ella: un esguince en el pie apenas le permite caminar, pero aun así, Malena se prepara con gusto y devoción para llegar al Puente de Guadalupe. Su historia, es reflejo de las otras acompañantes que van con ella y el equipo que lo hace posible.
“Vienen porque quieren agradecer por haber salido de alguna enfermedad, otras por embarazos , cada quien tiene su manda pero el común denominador es que todos tenemos gran devoción por la Virgen”, comenta.
Entre quienes la acompañan está Carmen, una de las integrantes con más tiempo dentro de “Sol y Luna”. Carmen ha danzado durante casi todos los 25 años que el grupo tiene de vida; llegó movida por la fe y por ello, cada año avanza descalsa por las calles.
“En mi caso llegué aquí porque me gustó mucho una vez que vi alguna peregrinación y de ahí en adelante, no tengo una manda en especifico pero siempre vengo con fe y devoción. De hecho siempre bailo descalza y gracias a Dios nunca me ha pasado nada“, dice.
Ocio
Televisa anuncia a los cantantes que rendirán homenaje en las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe
Así como “Sol y Luna” hay otros grupos que se une a la celebración guadalupana. Como cada diciembre, otros colectivos de danza recorren la ciudad, y también los transportistas se suman al festejo adornando sus camiones con flores, luces e imágenes religiosas.
“Yo vine a recordar a mi papá. Aunque no me lo salvó, cada año le agradecemos a la Virgen el favor de su vida”, expresa un transportista.
Entre cánticos, tambores, cuetes, pasos y motores que avanzan lentamente, las calles de Irapuato se llenan de historias de fe. Malena y su grupo continúan la tradición, ella, incluso con dolor, impulsados por la gratitud y la esperanza que la Virgen de Guadalupe inspira en miles de irapuatenses.