Desde su implementación, especialistas han insistido en la importancia de activar y configurar correctamente el MTU para reducir el riesgo de fraudes digitales. Sin embargo, como suele ocurrir con cualquier herramienta nueva, los estafadores han encontrado la forma de manipular el desconocimiento de los usuarios.
Hoy, el principal riesgo no es ignorar el MTU, sino caer en llamadas falsas en las que supuestos empleados bancarios solicitan aumentarlo “por seguridad”.
¿Qué es el MTU y por qué debes configurarlo?

El Monto Transaccional del Usuario es un límite que cada cliente establece para definir el máximo de dinero que puede transferir desde su cuenta bancaria.
De acuerdo con David Herrerías, director de Prevención de Fraudes de HSBC, el MTU tiene como objetivo principal contener pérdidas en caso de robo de credenciales, ya que limita cuánto dinero puede salir de la cuenta en una sola operación o en un periodo determinado.
A partir del 1 de enero de 2026, establecer el MTU será obligatorio. Si el usuario no lo configura, el banco asignará uno por defecto, por lo que es fundamental entender su funcionamiento desde ahora.
El nuevo fraude: “Tiene que subir su MTU”

Herrerías advierte que ningún banco llama para pedir que aumentes tu MTU. Bajo ninguna circunstancia.
El esquema de fraude suele seguir estos pasos:
- El delincuente llama y se hace pasar por personal del banco.
- Asegura que debes aumentar tu MTU por una supuesta alerta de seguridad.
- Una vez que el usuario lo sube, solicita una “transferencia de prueba” o roba las contraseñas.
“Jamás debemos compartir contraseñas por teléfono, correo o mensajes. Aunque alguien tenga acceso a nuestras credenciales, el MTU puede frenar el fraude… siempre y cuando esté bien configurado”, explicó Herrerías.
El especialista subraya que un MTU demasiado alto elimina la barrera de protección, permitiendo a los delincuentes retirar grandes sumas sin restricciones.
Cómo funciona realmente el MTU y por qué conviene usarlo

El MTU actúa como un techo temporal para las transferencias habituales. Por ejemplo, si normalmente realizas pagos pequeños —colegiaturas, servicios o envíos familiares— puedes mantener un límite bajo y aumentarlo solo cuando sea necesario.
Herrerías lo explica de forma sencilla: si tus transferencias comunes son de 3 mil o 5 mil pesos, puedes fijar un MTU bajo. Cuando requieras enviar más dinero, lo ajustas momentáneamente y después vuelves a reducirlo.
El funcionamiento es similar al límite de una tarjeta de crédito: tú decides cuándo y cuánto gastar, no alguien más.
Recomendaciones clave para evitar este fraude
Especialistas en prevención recomiendan:
- No usar el MTU como “contraseña extra”: dejarlo alto todo el tiempo elimina su función de protección.
- Desconfiar de llamadas urgentes: ningún banco pide aumentar el MTU por teléfono, correo o mensaje.
- Planear tus transferencias: revisa y ajusta tu MTU solo cuando realmente lo necesites.
- Si alguien te presiona, te alerta de “movimientos sospechosos” o te pide modificar tu MTU, cuelga de inmediato.
Por qué el MTU sí vale la pena si se usa bien
Aunque puede parecer complejo, el MTU es una herramienta simple y totalmente controlada por el usuario. Ajustarlo a tus necesidades reales y mantenerlo bajo cuando no realizas transferencias grandes puede marcar la diferencia entre un intento de fraude y una cuenta protegida.
Entre más reducido esté el límite en momentos de bajo movimiento, mayor será tu nivel de seguridad financiera.
