Durante su conferencia matutina, la mandataria presentó cifras del Banco Mundial para mostrar la evolución social del país en las últimas décadas. Recordó que al inicio del siglo XXI, tras varios sexenios de políticas neoliberales, la pobreza alcanzaba más de la mitad de la población, mientras que la clase media apenas representaba el 18.1 por ciento.
Sheinbaum explicó que incluso al final del gobierno de Enrique Peña Nieto, aunque hubo un crecimiento de la clase media al 27.2 por ciento, la pobreza se mantenía en niveles elevados, con más de un tercio de la población en esa condición.
El cambio, subrayó, ocurrió en 2022, en pleno contexto pospandemia, cuando por primera vez se registró un mayor número de personas en la clase media (33.2 por ciento) que en pobreza (26.5 por ciento). Para 2024, esta tendencia se acentuó: la clase media creció hasta el 39.6 por ciento, mientras que la pobreza se redujo al 21.7 por ciento.

¿A qué se debe el cambio?
La presidenta atribuyó este avance a las políticas económicas de la Cuarta Transformación, particularmente al incremento sostenido del salario mínimo y a la expansión de los programas sociales con enfoque de derechos. Según expuso, desde 2018 el poder adquisitivo del salario mínimo aumentó 154 por ciento, al pasar de 197 pesos diarios en 2022 a 260 pesos en 2024.

Sheinbaum destacó que, en conjunto, los gobiernos de la 4T lograron reducir la pobreza en 13.6 puntos porcentuales y ampliar la clase media en 12.4 puntos.
“Este cambio responde a un gobierno humanista y a una economía moral que prioriza el bienestar de las personas”, afirmó.
De acuerdo con datos del Inegi, entre 2018 y 2024 alrededor de 13.4 millones de personas dejaron la pobreza en México. En ese periodo, la población en pobreza pasó del 41.9 al 29.6 por ciento, mientras que la pobreza extrema se redujo en cerca de 1.8 millones de personas.

A nivel regional, México también tuvo un papel clave. Un informe reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que el país aportó el 60 por ciento de la reducción de la pobreza y casi la mitad de la disminución de la pobreza extrema en América Latina durante 2024, principalmente por el incremento en los ingresos del trabajo asalariado.
La CEPAL advierte que sin el desempeño de México y Brasil, la reducción de la pobreza en la región habría sido mínima, lo que confirma el impacto de las políticas salariales y sociales implementadas en el país.
