Celaya, Guanajuato.- Entre aplausos, fiesta y gozo, se realizó el tradicional recorrido del Dragón del Barrio de San Miguel en Celaya, como parte de las posadas, el cual desfiló la noche de este sábado por diversas calles del centro de la ciudad.
Como cada 20 de diciembre, el “Dragón” ofreció un espectáculo de luces, colores y fuego ante cientos de personas que se congregaron para disfrutar de esta festividad. Como cada año, el evento reunió a numerosas familias que observaron el desfile del dragón y de los carritos alegóricos que lo acompañaron.

Durante varias semanas, vecinos del barrio trabajaron para dar vida a una estructura de más de 20 metros de largo y un peso superior a los 300 kilos. Desde el armado y la soldadura, hasta el empapelado con papel reciclado y engrudo, cada detalle reflejó el esfuerzo comunitario.
La figura del dragón, que en esta edición fue de color rojo, evoca el relato bíblico de San Miguel Arcángel, patrono del barrio y líder de las milicias celestiales que derrotó a Luzbel. De acuerdo con la tradición, el demonio caído tomó la forma de un dragón al ser arrojado a la Tierra, convirtiéndose en símbolo del mal.
En las calles, el Dragón, cargado por aproximadamente 70 hombres, representó la batalla entre el bien y el mal. Fue frente a la Presidencia Municipal, en el Jardín Principal, donde se escenificó el enfrentamiento simbólico.
El punto culminante fue la derrota del dragón, que se realizó afuera de la estación de Bomberos, en la calle Pípila. En ese lugar, los bomberos lanzaron chorros de agua al Dragón, a quienes lo cargaban y a decenas de vecinos del Barrio de San Miguel que lo acompañaban, lo cual simboliza la victoria del bien.

El recorrido inició en el atrio del Templo de San Miguel, donde previamente se celebró una misa. Posteriormente avanzó por las calles Diego Rivera y Melchor Ocampo, continuó por el bulevar Adolfo López Mateos, siguió por Ignacio Allende, el Jardín Principal y El Carmen, para regresar por Benito Juárez hasta llegar a la calle Pípila.
Cabe destacar que, a diferencia de años anteriores, en esta ocasión se utilizó luz fría para el espectáculo, luego de que el alcalde Juan Miguel Ramírez Sánchez solicitara no emplear pirotecnia durante el recorrido. Únicamente se permitieron las fumarolas de fuego que evocan las llamaradas del dragón.
A lo largo del trayecto, el Dragón fue seguido por decenas de familias, jóvenes y niños, emocionados por formar parte de una tradición que tiene más de 50 años, de los cuales los últimos 30 se ha realizado de manera ininterrumpida.
La festividad comenzó como una representación de la batalla entre San Miguel Arcángel y el dragón, metáfora de la victoria del bien sobre el mal, y también es ejemplo de la unidad vecinal, ya que la comunidad no solo colaboró en la elaboración de la figura, sino en la organización de una gran celebración.
Relatos históricos señalan que esta tradición surgió como una forma de fortalecer la identidad comunitaria y fomentar la convivencia entre los habitantes del barrio.
Además del paseo del dragón, la posada incluyó danzas tradicionales, una misa solemne, un convivio comunitario y un baile que en esta ocasión estuvo a cargo del Grupo Nobleza.

La festividad concluyó en el atrio del Templo del Barrio de San Miguel con una verbena popular, la repartición de aguinaldos y saldo blanco.
