Al inicio del año, la canasta básica tenía un costo de mil 916 pesos, mientras que en diciembre alcanzó los dos mil 20 pesos, lo que representa un incremento acumulado de 104 pesos en solo 12 meses.
Alzas mensuales presionan el gasto familiar

El aumento no solo se reflejó a lo largo del año, sino también en el corto plazo. En comparación con noviembre, la CBA subió 16.05 pesos, impulsada principalmente por el encarecimiento de frutas, verduras y granos básicos.
Entre los productos con mayores incrementos destacan:
- Jitomate, con un alza de 7.56%, al pasar de 26 a 27.97 pesos.
- Chile jalapeño, que se vendió en 39.01 pesos, un aumento de 6.27%.
- Chiles en escabeche, con una subida de 6.44%.
- Tomate verde, que aumentó 5.06% hasta los 39.61 pesos.
- Frijol, que pasó de 40.50 a 42.22 pesos, un incremento de 4.24%.
Estos ajustes, aunque parecen moderados de manera individual, se traducen en una presión constante para el gasto diario de los hogares.
Estados donde la canasta básica es más cara

La ANPEC identificó a las entidades con los mayores incrementos en el precio de la canasta básica durante 2025. Los cinco estados más afectados fueron:
- Tabasco, con un alza de 5.88%
- Coahuila, con 5.79%
- Puebla, con 4.50%
- Campeche, con 4.30%
- Jalisco, con 4.17%
Comercios de barrio, bajo presión

Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC, advirtió que 2025 fue especialmente complicado para los pequeños comerciantes, quienes enfrentaron un entorno adverso marcado por la inseguridad, la extorsión y el llamado “cobro de piso”, además del aumento en servicios como gas, agua, predial, rentas y energéticos.
“No ha sido un año sencillo. Cada peso cuenta, cada aumento se resiente y cada ajuste obliga a redoblar esfuerzos para no trasladar completamente los incrementos al consumidor final”, señaló.
A estos factores se sumaron sequías prolongadas, lluvias intensas e inundaciones, fenómenos climáticos que afectaron las cadenas de abasto, elevaron los costos logísticos y provocaron mermas en productos agroalimentarios, además de los efectos acumulados de la inflación.
Resiliencia del pequeño comercio
Pese a este panorama, Rivera destacó que el comercio tradicional continúa siendo un pilar de la economía local y un amortiguador social en tiempos de dificultad.
“El pequeño comercio sigue de pie, en modo resiliente. No se raja: abre todos los días con jornadas de hasta 16 horas, ajusta inventarios, negocia con proveedores y sostiene el abasto cotidiano de millones de hogares”, afirmó.
El cierre de 2025 deja así un escenario retador para 2026, con consumidores más cautelosos y negocios que deberán seguir ajustándose para sobrevivir en un entorno económico complejo.
