Durante una entrevista en el programa The Cats & Cosby Show, transmitido por la estación 77WABC, Trump afirmó que su país destruyó recientemente una instalación vinculada, según él, al tráfico de drogas.
“Acabamos de destruir algo grande… una gran instalación. Fue hace un par de noches”, señaló sin precisar el lugar ni la naturaleza del objetivo.

Las declaraciones, que comenzaron a circular ampliamente en medios internacionales días después de la entrevista, generaron confusión, ya que hasta ahora no existe confirmación oficial de un ataque terrestre en territorio venezolano por parte de Estados Unidos.
Bombardeos en el Caribe y creciente tensión regional

Lo que sí ha sido confirmado por autoridades estadounidenses es una serie de ataques a embarcaciones en aguas internacionales del Caribe, presuntamente utilizadas para el tráfico de drogas. Estas operaciones, que forman parte de una ofensiva militar iniciada en meses recientes, han dejado al menos 105 personas muertas y solo dos sobrevivientes, según organizaciones de monitoreo.
Diversos legisladores y analistas han cuestionado estas acciones, calificándolas como ejecuciones extrajudiciales y posibles violaciones al derecho internacional. Las operaciones forman parte de la llamada Operación Lanza del Sur, impulsada por Washington como parte de su estrategia contra el narcotráfico en la región.
Reacciones internacionales y tensión geopolítica
Gobiernos de América Latina han expresado su preocupación. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, han criticado públicamente estas acciones. Sheinbaum reiteró que México rechaza cualquier intervención militar extranjera y pidió respeto al derecho internacional.
Por su parte, el gobierno venezolano acusó a Estados Unidos de buscar una escalada militar bajo el argumento del combate al narcotráfico. Caracas sostiene que los ataques forman parte de una estrategia para debilitar al país y controlar sus recursos energéticos.

En respuesta, Venezuela ordenó a sus Fuerzas Armadas escoltar buques petroleros ante el riesgo de interceptaciones. Rusia y China también expresaron su respaldo al gobierno de Nicolás Maduro y advirtieron sobre el peligro de un conflicto mayor en la región.
Trump, por su parte, no descartó una confrontación directa y reiteró que su administración considera al gobierno venezolano como una amenaza. “Sabemos exactamente lo que estamos haciendo”, afirmó, sin ofrecer más detalles.
