Ciudad de México, México.– Según el estudio ‘Cómo aprovechar el poder de la movilidad urbana en América Latina y el Caribe‘ publicado por Visa, los latinoamericanos pasan un promedio de 92 minutos diarios en el tránsito, lo que equivale a 25 días por año.
Este dato refleja la necesidad de introducir métodos de pago con dispositivos móviles para fomentar la modernización y el uso del transporte público en la región.
“Para que la gente empiece a preferir el transporte público a medios privados de transporte hacen falta programas y políticas que mejoren el acceso y la comodidad, servicios con mejor cobertura, una flota de vehículos moderna, menores tiempos de viaje y opciones de pago más simples”, explicó Visa en un comunicado.
Los países de la región con mayor penetración de métodos de pago sin contacto, como teléfonos celulares o relojes inteligentes, son Chile (93 %), Perú (88 %), Guatemala y Panamá (80 %).
Según Visa, un sondeo realizado entre 75 empresas de todo el mundo reveló que el 80 por ciento detectó un aumento de pasajeros por la implicación de sistemas de pago universales, mientras que el 94 por ciento de los usuarios de transporte público esperan tecnología sin contacto por su comodidad.
¿Qué dice el estudio?
En ciudades como Río de Janeiro (Brasil), Ciudad de Guatemala y San José (Costa Rica), el total de transacciones aumentó cerca del 10 por ciento entre usuarios que comenzaron a usar tarjetas en el transporte público, impulsando la reactivación de credenciales de viaje inactivas.
“La última investigación de Visa encontró que el 94 por ciento de los usuarios de transporte público ahora esperan poder pagar con la tecnología (sin contacto) ‘Tap-to-Ride’, mientras que el 83 % de los proveedores de transporte aún no tienen un plan para implementar la tecnología, por lo que está claro que estamos superando el punto de inflexión”, dijo Humberto Guihur, vicepresidente de Productos región Andina y Movilidad Urbana América Latina y el Caribe de Visa.
El informe también destaca los esfuerzos en la región para promover la movilidad urbana sostenible, como la implementación de autobuses eléctricos en ciudades como Santiago de Chile, Bogotá (Colombia) y Perú. Estos proyectos, que incluyen la tecnología de pago de circuito abierto, permiten que los pasajeros accedan con diversos métodos de pago, lo que aumenta la seguridad y confianza en el sistema de transporte público.