Ciudad de México, México.– El pasado sábado, los residentes de Omaha, Nebraska, se enfrentaron a los devastadores efectos de un tornado que azotó el área suburbana, dejando un rastro de destrucción en su camino hacia tierras de cultivo y fraccionamientos antes de golpear una ciudad de Iowa. A pesar de la magnitud de los daños, un milagro sorprendente emerge: no se reportaron víctimas mortales.
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Tornados azotan Estados Unidos
La noche del viernes 26 de abril, varios tornados azotaron la región del centro-norte de Estados Unidos, provocando el colapso de edificios, incluido uno con 70 personas adentro, y dejando cientos de casas destruidas y dañadas. Sin embargo, la doctora Lindsay Huse, directora del Departamento de Salud del condado Douglas, en Omaha, informó que menos de dos docenas de personas recibieron tratamiento en hospitales del área, ninguno de los cuales se encuentra en estado grave.
Los daños comenzaron cerca de Lincoln, Nebraska, con el colapso de un edificio industrial en el condado de Lancaster, pero el tornado de mayor intensidad se dirigió a Omaha, desencadenando una hora de caos y destrucción. Con vientos que alcanzaron entre 127 km/h y 265 km/h, el tornado de categoría EF3 dejó a su paso un escenario desolador en el vecindario de Elkhorn, en el oeste de Omaha.
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“Escuchamos la destrucción que ocurría escaleras arriba”, relató James Stennis, residente de Elkhorn, describiendo el momento en que el tornado azotó su vecindario. A medida que los residentes comenzaron a evaluar los daños, el sonido de las motosierras llenó el aire, mientras los equipos de rescate trabajaban para asegurarse de que nadie quedara atrapado.
El gobernador de Nebraska, Jim Pillen, y la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, visitaron las áreas afectadas el sábado y coordinaron la ayuda para las comunidades golpeadas. A pesar de los esfuerzos de recuperación en marcha, las autoridades advirtieron a los curiosos que se mantuvieran alejados de las áreas afectadas para facilitar las operaciones de emergencia y la protección de las propiedades dañadas.
Además de los daños en tierra, un segundo tornado afectó el Aeródromo Eppley en el extremo este de Omaha, destruyendo cuatro hangares con 32 aviones privados en su interior. Afortunadamente, no se reportaron heridos y la terminal de pasajeros no resultó afectada. Aunque el aeropuerto ha reanudado sus operaciones, el acceso a áreas usadas por pilotos no comerciales se ha limitado mientras los equipos limpian el desorden dejado por el tornado.
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