1.- PAN: sin líder estatal, sensatez ni licencias éticas

 
 

Los tiempos en los que el dirigente estatal del PAN era también un árbitro político incluso un mediador válido dentro de las negociaciones, se esfumaron junto con los procesos internos. Hoy imperan las decisiones discrecionales y la línea dura del oficialismo, por lo que ese perfil de dirigente es a todas luces innecesario.

En la presidencia del Comité Directivo Estatal, Eduardo López Mares, ha sido un ejecutor operativo del grupo oficial en torno al gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, de tal suerte que no tuvo en sus manos las negociaciones o gestiones políticas de alto calado. Su desempeño fue concreto en ciertos cargos y posiciones concedidas por su investidura, nada más.

Con ese preámbulo no se podría esperar que la figura del dirigente creciera ya con las candidaturas repartidas. Así quedó de manifiesto con el olímpico rechazo de los alcaldes de Guanajuato y Cortazar, Alejandro Navarro Saldaña y Ariel Corona Rodríguez, para pedir licencia a su cargo debido a que sus esposas, Samantha Smith Gutiérrez y Marlene de Anda Oliva serán candidatas a sucederlos.

“La ley no exige ni dicta que dejemos el cargo”, sentenció sin empachos Navarro Saldaña al ser cuestionado por segunda vez, luego del anunció público que el propio López Mares hizo al admitir que son dos casos que se pueden prestar a sospechas y denuncias, por lo que hablarían con ambos ediles para persuadirlos de tomar una licencia que, más que legal, es ética.

En el caso de Corona Rodríguez ni una respuesta ha dado, aunque en los hechos no hay ni un viso de este gesto de buena voluntad, pulcritud y, sobre todo, sensatez.

Claro que dichos atributos son escasos en la clase política, sin embargo, la pertinencia de dichas licencias responde a la misma lógica que tiene las limitaciones que le impone la ley a los alcaldes que buscan la reelección; el uso de recursos públicos y el mando de las corporaciones de seguridad, son los dos motivos de peso que ameritan hacerse a un lado de la administración pública.

De acuerdo a los argumentos de Navarro, además de la ausencia de una prohibición legal, estudió casos similares en “Huixquilucan (Estado de México) y Veracruz” donde los alcaldes no han pedido licencia aún cuando sus cónyuges han participado en el proceso electoral. En todo caso, si decide pedir licencia será hasta el 30 de marzo.

Así que bajo la premisa de “tomar en cuenta” la petición de López Mares, en el PAN las acciones afirmativas para dar certeza del proceso electoral, no pasan de ser una mera cuestión leguleya y optativa.

 

 

2.- Feria de León: entre errores y controversias

 
 

A reserva de los informes oficiales que, fírmelo, serán celebrados a niveles festivos, definitivamente la edición 2024 de la Feria de León habrá dejado una nutrida afluencia, una nada despreciable derrama económica y una anhelada imagen de una ciudad cosmopolita capaz de congregar a “artistas de nivel internacional”.

Sin embargo, a mayor dimensión del evento mayores son los problemas. La gestión de esta fiesta anual también dejó riesgos por el control de los accesos que derivaron en ajustes sobre la marcha e improvisaciones; en más de uno de los conciertos gratuitos el riesgo caminó muy cerca junto con la molestia generalizada que dejaron las largas filas.

Pero un tema atravesó de lado a lado el evento y sus incidencias. Los privilegios concedidos a los integrantes del Patronato de la Feria de León que preside David Novoa Toscano, fueron exhibidos y criticados directamente por el síndico José Arturo Sánchez Castellanos desde antes de que iniciara el evento.

Sin esperar a tener un cierre de cifras que diluciden si los riesgos antes mencionados valieron o no la pena, para la causa de la alcaldesa Alejandra Gutiérrez Campos, Sánchez Castellanos insistió en el tema de los privilegios mediante una propuesta de reforma al reglamento interno del patronato, que sin duda echará chispas por las implicaciones en el organismo descentralizado.

No sólo se trata de evitar la entrega discrecional de cortesías a los miembros del organismo, también se contempla que la administración de los recursos económicos de la paramunicipal sean responsabilidad del director de la Feria y los servidores públicos de la administración municipal, retirando a los consejeros esa atribución.

Se trata pues de un espinoso tema al que ya se había hecho referencia desde que el panista Juan Carlos Muñoz Márquez presidió la Feria de León. Las decisiones, compras y contrataciones, han sido y son materia de sospechas, acusaciones y cuestionamientos hasta la fecha, al grado de eclipsar los resultados económicos.

 

 

3.- El caso Medrano desata guerra anticipada

 
 

Como era de suponerse, Morena compró se forma completamente gratuita en Guanajuato capital. La figura del empresario televisivo Jorge Antonio Rodríguez Medrano despertó una andanada de descalificaciones no sólo contra él mismo, sino contra el partido.

La lista de antecedentes problemáticos que persigue al también conductor de noticias era pública y evidente. Los procesos por daño moral, las acusaciones de violencia, pero sobre todo el de reconocimiento de paternidad son, además de factores negativos en su persona, un potencial obstáculo legal para convertirse en candidato y, en su caso, alcalde.

El hecho de que la candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo lo desconociera y pidiera un revisión de la candidatura a la alcaldía de Guanajuato que le concedió la Comisión Nacional de Elecciones, harían pensar en una corrección del camino, sin embargo, el tema se mantiene en vilo animando una guerrilla sucia con la imagen de la 4T de por medio.

Esta semana, en el centro histórico de Guanajuato fueron repartidas hojas impresas con las publicaciones negativas contra Rodríguez Medrano, donde se exhibe su historial pero también la deficientes decisiones de Morena. Mientras tanto, el aludido contraataca con videos en redes sociales donde se olvida de sus críticas a Andrés Manuel López Obrador para hora citarlo hasta el cansancio.

Sospechosos de la guerrilla hay varios pero todos apuntan a sus competidores morenistas, aunque no se descarta al PAN como autor. El caso es que no se estaría en estos escenarios, sin una designación con la que Morena compró problemas innecesarios.

 

 

CONTRA RETRATO

Gerardo Fernández González

 
 

Apenas fue ratificado como candidato del Partido Verde y ya se ha anunciado una denuncia por violencia política en su contra. Todo indica que así de estridente será su campaña para lograr el regreso de este instituto político a la representatividad en el Ayuntamiento de León.

Gerardo Fernández González ratificó ayer su intención para ser candidato a la presidencia municipal de León, con la premisa de hacer una campaña de propuestas que, de momento, ha sido de señalamientos, críticas y denuncias contra el PAN y el gobierno de Alejandra Gutiérrez Campos.

Se trata de una postura de arranque que apela a la vigencia de los temas álgidos que enfrenta el gobierno municipal actual, pero también a la descalificación directa que no deja ser un arma de doble filo. Encontrar el justo medio le será su primer reto.

Ya en el terreno político, el también diputado local es el abanderado de un partido que en realidad, ha sido la oposición más consistente y presente en León. Con el decaimiento del PRI y la presencia de Morena, el PVEM pagó la factura en 2021 y se quedaron sin lugar en el cabildo pero mantuvieron una presencia crítica que ahora buscan capitalizar.

Así que Gerardo Fernández será el encargado de buscar desesperadamente el voto en la ciudad más grande del estado y donde Morena no fungirá como aliado. Una tarea que le obliga a hacer ruido, pero también a encontrar la mesura y la firmeza sin caer en descalificaciones que sólo comprometen su agenda.