Panamá, Panamá.– El domingo pasado, los panameños emitieron su voto y decidieron el próximo líder del país. José Raúl Mulino, exministro de Seguridad Pública, emerge como el ganador de las elecciones presidenciales, marcando el fin de un ciclo electoral tumultuoso.

Con el 34% de los votos, según el Tribunal Electoral panameño, Mulino se alzó con la victoria, superando a su competidor más cercano, Ricardo Lombana, antiguo diplomático, por un margen de 10 puntos porcentuales.

¿Cuáles son las propuestas de Mulino?

Mulino, de 64 años, centra su visión para Panamá en el crecimiento del empleo y la revitalización económica. Durante su campaña, prometió aumentar el turismo, construir una línea ferroviaria para conectar la capital, Ciudad de Panamá, con las regiones interiores del país, y fomentar la producción agrícola. Además, se comprometió a reducir el costo de los medicamentos y a proporcionar acceso gratuito a internet en las escuelas.

En su discurso de victoria en Ciudad de Panamá, Mulino expresó su honor y la gran responsabilidad que siente al asumir la presidencia el 1 de julio, sucediendo al presidente saliente, Laurentino Cortizo. Prometió hacer todo lo posible por el país y cumplir con las expectativas depositadas en él por los ciudadanos.

La campaña de Mulino estuvo marcada por una asociación significativa con el expresidente Ricardo Martinelli, conocido como “el Loco”. Martinelli, quien fue inhabilitado por una condena por blanqueo de dinero en 2023, respaldó activamente a Mulino desde la embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá, donde se le otorgó asilo. Este apoyo llevó al eslogan de la campaña de Mulino, “el Loco con Mulino”.

La elección de Mulino refleja una tendencia de nostalgia por el crecimiento económico experimentado durante el mandato de Martinelli. A pesar de las controversias que rodean la condena de Martinelli, muchos votantes, como Carlos Taylor, confiaron en Mulino debido a su asociación con el expresidente.

Sin embargo, la situación política en Panamá ha sido caótica, marcada por la frustración generalizada con el gobierno actual y protestas contra contratos mineros percibidos como perjudiciales para el medioambiente. Estas elecciones se llevaron a cabo en medio de este contexto desafiante.

Mulino, al asumir el cargo, se enfrentará a diversos desafíos, incluida una desaceleración económica, exacerbada por la reciente rebaja en la calificación crediticia de Panamá por parte de la agencia Fitch Ratings. Además, deberá abordar la creciente crisis humanitaria en la región del Tapón del Darién, donde cientos de miles de migrantes cruzan la frontera entre Panamá y Colombia, enfrentándose a peligros como asaltos y violaciones.