Ciudad de México, México.- Congresistas y senadores republicanos están presionando al Pentágono para acabar con los líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en México, a quienes culpan de la crisis de muertes por fentanilo y otras drogas sintéticas en Estados Unidos.

Tom Cotton, senador republicano por Arkansas, presentó una propuesta de ley el pasado jueves 8 de febrero que obligaría a la Secretaría de la Defensa estadounidense a presentar informes cada tres meses sobre los planes y estrategias para combatir al CJNG.

Según Cotton, el CJNG es “el cártel más brutal y peligroso que opera en México” y es responsable de alimentar la peor crisis de drogas en la historia de Estados Unidos. Por su parte, Morgan Luttrell, congresista republicano por Texas, introdujo paralelamente una propuesta similar en la Cámara de Representantes.

Buscan ir por cabezas de cárteles mexicanos

Llamada “Iniciativa para Neutralizar al Cártel Jalisco”, la propuesta de ley refleja el creciente deseo del Partido Republicano por enfrentar a los cárteles de la droga mexicanos, a meses de la elección presidencial, donde el Presidente Joe Biden busca reelegirse por un cuatrienio más.

La iniciativa obligaría a la Secretaría de la Defensa de Estados Unidos a presentar un informe cada tres meses ante el Capitolio sobre los planes y estrategias para asesinar o capturar a los líderes del CJNG. La propuesta también evita hablar de cualquier tipo de colaboración con el Gobierno federal mexicano en torno a una potencial acción para asesinar a integrantes del CJNG en México, lo que podría significar ejecuciones extraterritoriales.

Tensiones entre Estados Unidos y México por el tráfico de drogas

Hoy en día, muchos de los desacuerdos entre ambos países se centran en dos cuestiones: el papel de México en el tráfico de drogas que están matando a un número récord de estadounidenses y el papel de Estados Unidos en la venta de armas que son contrabandeadas a manos de criminales responsables de una gran parte de los homicidios en México.

Las consecuencias de estas tensiones son graves. El fentanilo ha seguido fluyendo a través de la frontera a niveles sin precedentes, mientras que las muertes por sobredosis han aumentado en ambos países. En Estados Unidos, la crisis del fentanilo se ha convertido en una prioridad para muchos políticos debido a la vasta escala de la crisis de sobredosis.

El opioide sintético está matando a más personas que nunca. En 2022, los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus iniciales en inglés) encontraron que los opioides, principalmente el fentanilo, contribuyeron alrededor de tres cuartas partes de las 110 mil muertes por sobredosis registradas en el país. Apenas siete años antes, en 2015, los funcionarios estadounidenses registraron solo la mitad de esta cifra de sobredosis y los opioides sintéticos eran responsables de solo una parte menor.

En los últimos años, una parte de estas muertes se ha atribuido a las pastillas falsificadas que se fabrican en México y que son contaminadas con cantidades letales de fentanilo ilícito. Sin embargo, las autoridades mexicanas han considerado en gran medida que el problema es exclusivo de Estados Unidos.