“De ninguna manera, el tema de la delincuencia organizada lo hemos dicho fuerte y quedito, atiende al combate de las estructuras y dinero de la delincuencia organizada, nosotros vemos los efectos que tienen que ver con los homicidios dolosos; el 92 por ciento de los homicidios dolosos de Guanajuato están relacionados a temas de delincuencia organizada… No hay un fracaso porque el 90 por ciento de los resultados en materia de Seguridad Pública dentro de la circunscripción territorial de Guanajuato los dio la Secretaría”.

Alvar Cabeza de Vaca Apendinni

El secretario de seguridad del estado no pierde oportunidad para defender su gestión en dos sexenios

 
 

Guanajuato más violento, pero Alvar presume buenas cuentas

No se pueden rebatir las cifras que da el secretario de Seguridad del Estado, Alvar Cabeza de Vaca para defender su gestión -y está en su derecho de defenderla-, pero si comparamos lo que era Guanajuato hace 12 años antes de que él llegara al cargo con lo que es hoy, su narrativa no cuadra ni convence.

La consolidación de la policía estatal en cuanto a profesionalización, sueldos y equipamiento no tiene discusión. Como corporación ha tenido avances notables en materia de orden, protocolos, calidad de sus elementos.

Las detenciones que hace la policía estatal con respecto a las policías municipales y la Guardia Nacional. El mejoramiento de los centros de readaptación aquí quedan.

La pregunta es de qué sirve todo ello si la realidad que hoy muestra el estado en materia de seguridad es peor que la que había en 2012 cuando llegó al cargo.

Salvo su jefe, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez y los panistas y funcionarios que deben aplaudirle, nadie más puede avalar las “buenas cuentas” que presume el secretario como si esa realidad que describe fuese una isla y entonces la actividad de la delincuencia organizada fuese algo totalmente ajeno a su influencia.

Alvar esgrime argumentos legales que pueden ser impecables, pero no resulta convincente la narrativa de Diego Sinhue que dice tener el mejor secretario de Seguridad estatal del país.

Al final es una contradicción que lo diga mientras el gobernador afirma que su gobierno no repartió culpas ni escurrió el bulto. Decir que en Guanajuato se cumplió con la consolidación de una buena policía estatal y que la delincuencia organizada no está en el ámbito de su competencia es una forma de hacerlo.

¿Alguien recordará a Alvar Cabeza de Vaca como el secretario estatal de Seguridad en dos sexenios que se convirtió en el mejor funcionario en su rubro en el país, que pudo consolidar una gran policía estatal, bien pagada, mejor capacitada y equipada, pero que tuvo la mala suerte, la desgracia, el infortunio, de ejercer su cargo cuando Guanajuato (que está peor que cuando llegó a la Secretaría) vivió el peor drama de homicidios dolosos, guerras de grupos criminales y desaparición de personas y que nada de esto último es atribuible a omisiones o incompetencia de los suyos? Por supuesto que no.

Si alguna fortuna tuvo fue que las críticas y cuestionamientos se centraran en el fiscal Carlos Zamarripa, pero no hay manera de que ambos escapen a la corresponsabilidad que tuvieron en el estado de cosas que hoy reina en Guanajuato. No la hay.

DESDE LA TERCERA CUERDA

Si alguna fortuna tuvo fue que las críticas y cuestionamientos se centraran en el fiscal Carlos Zamarripa, pero no hay manera de que ambos escapen a la corresponsabilidad que tuvieron en el estado de cosas que hoy reina en Guanajuato. No la hay.

No se puede entender cómo en un sexenio que ha tenido el control del Ejecutivo sobre los otros dos poderes, en la última sesión la mayoría le meta un gol al Ejecutivo y que este deba ser quien se encargue del control de daños.

Es decir. Estamos ante una escaramuza ideada fuera del Poder Legislativo que acataron los diputados del PAN, pero de la que no se calcularon las reacciones de los empresarios ni de las asociaciones civiles, beneficiarias de los recursos del fideicomiso y que ahora ya no se sabe si mostrar la cara dura e implacable del gobierno eliminándolo o doblando las manos y salirse por la tangente, aceptando en todo caso que fue un exceso.

Luis Ernesto Ayala habría dicho ‘yo ya cumplí con sacar el punto de acuerdo, pero las consecuencias no son de mi incumbencia’.

Quienes se iban a ver contra la pared, finalmente reaccionaron y no han agachado la cabeza. Los dirigentes empresariales han mantenido su negativa a la intentona del Ejecutivo.

Porque los propios empresarios saben que es un tema que no salió del Ejecutivo y que hacer foros no tiene ningún sentido. Porque no es un tema del Legislativo. El ejecutivo es el que tiene que resolver el problema.

Si realmente quiere extinguir el fideicomiso para dejarle a su sucesora un colchón de mil 500 millones, lo puede hacer ya, en cualquier momento. Con o sin foros.

Si no lo va a hacer, puede o no organizar los foros. Nadie pidió consulta y su objetivo no era hacerlo sino extinguir el fideicomiso, pero pareciera que la decisión no salió de ellos. Nadie se comió ese cuento. Ellos solitos se metieron en el embrollo.

La del estribo

Mucha polémica en redes sociales provocó este sábado el anuncio del gobierno de Alejandra Gutiérrez luego de la cancelación de la presentación en el teatro Manuel Doblado del evento “Ellas aman a los cabrones” que promueve el influencer ‘Temach’.

El Municipio argumentó que se tomó la medida ante la posibilidad de que el evento “pudiese trastocar los derechos humanos”.

“Somos parte de un gobierno cercano y receptivo y ante las inconformidades fundamentadas que mostró la ciudadanía, escuchamos y analizamos la situación y es como llegamos a esta decisión.

Entendimos nuestra realidad plural y diversa y todas las formas de expresión respetuosas de los derechos humanos tienen abiertos los espacios a empresarios y gestores externos a la administración”.

La noticia provocó críticas en redes sociales. Cabe decir que el gobierno leonés no es el primero que decide cancelar un show de este influencer. ‘Mundo Magic’ que es una convención que se realizó en abril pasado en Estado de México y Canal 22, medio que administra el gobierno federal, cedió también a las críticas tras anunciar el programa “¿Es misógino ‘Temach’?”.