Guanajuato, Guanajuato La entrada de trasera al Congreso del Estado no ofrece un camino fácil ni agradable para quienes llegan caminando. El camino desde el bulevar Euquerio está lleno de basura y de excremento de vacas y caballos, además que en el primer tramo no hay una banqueta y pon en riesgo a los peatones; el edificio es moderno e inteligente, pero no facilita el acceso a la gente que carece de vehículo.
El Congreso de Guanajuato tiene su entrada principal sobre la carretera Guanajuato-Silao; justo ahí hay una parada de autobus para que quienes viajan en camión urbano, desde la zona sur, puedan acceder.
El problema es que ésta entrada no es accesible para quien llega a pie, porque sería necesario atravezar un tunel, que puede resultar peligroso porque la banqueta que va hacía el Congreso es muy pequeña; además que la oscuridad no ofrece una caminata segura.
La mejor opción para llegar caminando al congreso es por el Paseo del Congreso, que es la entrada de proveedores, pero también es la dirección oficial del recinto legislativo de Guanajuato.
Para llegar, por ejemplo desde el puente Marlboro, es necesario caminar por un lado de la carretera Silao-Guanajuato, cruzar la avenida Camino Viejo a la Sahop y justo donde está la curva, la banqueta desaparece.
Éste sitio se ubica justo frente a la vinícola a un lado de la junta distrital del IEEG. Los peatones tienen que dar la vuelta practicamente volteando para evitar que un vehiculo los pueda lesionar, porque el espacio es muy pequeño.
Unos 20 metros más adelate empieza la acera que va hasta la puerta del Congreso, pero todo éste camino está lleno de basura y estiercol. Bolsas de plástico, botellas de vidrio, empaques de unicel, platos de cartón, vasos desechables y hasta pañales.
No se trata de un hecho accidental o casual, la basura aparece nueva cada vez y siempre hay estiércol fresco a pesar de que la lluvia se ha llevado a los trozos más secos.

Esto significa que éste lugar es una zona de pastoreo natural de la gente que vive en los ranchos aledaños. Es decir, que los animales ya están acostumbrados a pasar por la zona.
De hecho, no es extraño ver caballos en los terrenos baldios a un lado del Paseo del Congreso.
La basura se acumula porque los automovilistas que pasan por el lugar no la detectan, no hay viviendas inmediatas, así que el personal de limpia no la reoje; sólo es visible y perceptible para los peatones que llegan caminando al recinto que se vende como la casa de diálogo, pero que su acceso prioriza a quienes llegan en algún vehículo.
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