Romita, Guanajuato.- Romita ha sido cuna de grandes personajes. Hace dos centenarios este municipio vio nacer a José María Liceaga, quien años más tarde se convirtió en militar y que tuvo una destacada participación con los insurgentes durante la guerra por la Independencia de México.
Según lo plasma ‘El Cronista Guanajuatense’, órgano de difusión de la Asociación de cronistas del Estado de Guanajuato, “El Grito de Dolores también se escuchó en la hacienda de La Laja, o Romita, como ya se le conocía”, desde la que salieron cientos de personas para sumarse a la multitud que, el 28 de septiembre de 1810, se apoderó de la Alhóndiga de Granaditas en la cuidad capital.
Pero su historia comenzó en 1780. Aunque todavía no existen datos específicos acerca de sus orígenes, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ese año Liceaga nació en una hacienda familiar conocida como Hacienda de la Gavia, en el hoy municipio de Romita, y se le consideró pertenecer a la clase alta rural.
En su juventud realizó estudios para convertirse en médico, sin embargo no los continuó y, por el contrario, se unió al Ejército, donde tomó el cargo de teniente. Fue uno de los primeros alumnos del Colegio de la Purísima Concepción en la Ciudad de México.
José María Liceaga se une a Miguel Hidalgo

Pero, entre 1810, una vez hecho el llamado para comenzar la guerra, José María se unió al Cura Miguel Hidalgo y Costilla y recibió el nombramiento de teniente coronel.
Días después, el 30 de octubre, formó parte de la batalla que tuvo lugar en el Monte de las Cruces, donde las tropas del Cura se enfrentaron y vencieron a los uniformados realistas. Transcurrido casi un año, Miguel Hidalgo fue fusilado, pero Liceaga no desistió en la lucha armada, ahora en el noroeste de México.
Recibió nombramiento como vocal de la Junta de Zitácuaro, el antecedente directo del Congreso de Anáhuac. En 1813 se integró como diputado de la provincia de Guadalajara en el Congreso de Chilpancingo. Además, participó en la firma del Acta Solemne de la declaración de la Independencia de América y el Decreto Constitucional para la Libertad de América Mexicana.
Se retiró de la milicia en 1817, dos años después del asesinato de Morelos y, en 1818 fue asesinado.
Aunque no alcanzó a ver la independencia de México, su lucha fue desinteresada y “nunca regateó afames y trabajos por la causa que él consideró justa“, se plasmó en un documento emitido por el Senado en 2010, como trabajo conjunto entre el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Su nombre resulta inseparable de los órganos gubernamentales independientes que buscaron establecerse desde 1811 con la Junta de Zitácuaro, hasta 1817 con la Junta de Gobierno.
Más noticias de Romita:
¿Qué hizo Miguel Hidalgo en Celaya?
¿Sabes qué pasó con los restos de Miguel Hidalgo y los demás insurgentes?
Miguel Hidalgo dejó su huella en Irapuato, ¿te sabías esta historia?
