Irapuato, Guanajuato.– El director de Obras Públicas, Manuel Venegas recordó que las calles de Irapuato están delineadas por el paso de antiguos arroyos en los que se encuentran importantes ‘lentes de arena’ que son materiales que pueden ser un buen sustento de estructuras, pero cuando tienen contacto con la humedad se vuelven inestables.
Este es el caso de la calle Altamirano en donde la semana pasada el suelo se abrió y se tragó un camión refresquero a una familia al interior de su camioneta.
Manuel Venegas comentó que la tarea que tiene Japami para reparar el socavón es muy complicada, ya que tiene que detener el flujo de agua de este colector que es uno de los más importantes de la zona y que abastecen otros colectores, pero además debe de eliminar la humedad de las capas de tierra que cubren este colector y reemplazarlos por material seco.
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Indicó que la arena vuelve inestable el suelo, por lo que el colector sí puede colapsar por viejo, pero también influye el material que lo rodea, por lo que es más común los socavones durante la temporada de lluvia.
Consideró que el estudio que tiene Catastro sobre la infraestructura hidráulica de la ciudad debe ser complementaria con estudios de escaneo para detectar las partes húmedas de los subsuelos.
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En cuanto al templo del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, indicó que no se detectaron daños, pese a que en la banqueta se formó un tipo cueva debajo de la barda perimetral del templo, pero no hubo daños graves.
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