Guanajuato, Guanajuato.- Aunque la Universidad de Guanajuato (UG) denunció ante la Fiscalía General del Estado (FGE) a siete estudiantes que tomaron la rectoría en septiembre de 2023 por haber ocasionado supuestos daños a edificios públicos y bienes de valor histórico, la institución se niega a exhibir evidencias de los supuestos agravios.

Este miércoles, Periódico Correo solicitó a la UG conocer imágenes o pruebas del presunto daño al patrimonio arquitectónico, histórico y cultural que habrían ocasionado las y los estudiantes que se movilizaron el año pasado, sin embargo, la casa de estudios excusó que son pruebas que forman parte de la investigación y que no pueden ser difundidas.

La Universidad de Guanajuato se asume como víctima de un delito, pero esconde las evidencias del supuesto agravio. La institución ofreció analizar la petición para determinar si es viable dar a conocer las supuestas pruebas.

Lo que es conocido públicamente es que las y los estudiantes que se movilizaron en septiembre de 2023 en medio del proceso en el que se designó a Claudia Susana Gómez López como rectora general, sí realizaron pintas en el edificio central e incluso un grafiti que permanece hasta hoy.

Existe también un video en el que se observa que se rompe una puerta de vidrio, pero no con claridad para determinar quién lo quebró.

Aunque todas las pintas y grafitis en los muros del edificio central se podrían quitar recubriéndolos con pintura, la UG denunció al grupo de estudiantes por supuestos “daños a edificios públicos y bienes de valor histórico” y la investigación fue turnada a la Fiscalía en Delitos de Alto Impacto. Los estudiantes muestran una preocupación latente sobre posibles repercusiones a largo plazo, dado que estos eventos marcan antecedentes penales que podrían influir sobre sus posibles oportunidades laborales futuras en ámbitos gubernamentales o de administración pública.

Niega Universidad de Guanajuato represión

A través de un comunicado, la Universidad de Guanajuato confirmó que dio parte a la Fiscalía General del Estado (FGE): “por el probable delito de daños a edificios públicos y bienes con valor artístico de la institución”, pese a que la rectora general, Claudia Susana Gómez López se había comprometido a no hacerlo cuando firmaron los acuerdos para la entrega de la rectoría.

La UG casa de estudios negó que dicha denuncia se trate de una represión contra sus alumnos.

“Una vez recibidos los espacios universitarios retenidos se encontró que existen múltiples daños al inmueble, así como a diversos bienes muebles de la Institución con importante valor institucional y social”, narró en el comunicado.

Explicó que, ante tal situación, “como institución pública formadora de estudiantes, la Universidad tiene el deber legal de hacer del conocimiento de las autoridades competentes dichos daños con la finalidad de deslindar las responsabilidades correspondientes”.

 
Estudiantes destacan la importancia de sensibilizar a la sociedad sobre su situación. Foto: Correo

¿Qué está ocurriendo con la demanda de la Universidad de Guanajuato a los estudiantes?

El pasado 24 de febrero, siete estudiantes de la Universidad de Guanajuato hicieron público que fueron denunciados por el presunto delito de daños a edificios públicos y bienes con valor artístico e histórico en perjuicio de la UG. En una entrevista con el Periódico Correo, hablaron sobre el proceso, cómo ha sido enfrentarlo y las irregularidades que han observado por parte de las autoridades encargadas de llevar el caso.

Frida, estudiante de ciencias políticas, es una de las señaladas en este proceso. Menciona que el único acercamiento que han tenido por parte de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato ha sido para realizar los trámites correspondientes al proceso que están llevando.

 
Estudiantes de la Universidad de Guanajuato enfrentan acusaciones. ¿Qué rol juega la justicia en la protección de la libertad de expresión? Foto: Correo

Comenta que el grupo de alumnos ha insistido en que se les otorgue la carpeta de investigación, lo cual no ha sucedido. La alumna de la UG menciona que el hecho de salir a la luz pública y acudir a los medios de comunicación para dar a conocer la situación que viven es muestra de la preocupación sobre lo que está haciendo la Fiscalía:

“¿Por qué la Universidad de Guanajuato adopta esta posición junto con estos señalamientos específicos y las acciones que lleva a cabo? Entonces, creo que esta situación se ha visto afectada por las limitaciones que enfrentamos, ¿verdad? Somos un grupo de siete estudiantes, incluidos aquellos de derecho, ciencia política y administración pública. Hemos intentado asistir a la fiscalía, pero nunca se nos ha permitido ingresar; siempre hemos sido recibidos externamente. Hemos persistido incansablemente, tanto personalmente como a través de los medios de comunicación. Creo que la Fiscalía está plenamente consciente de nuestra preocupación por nuestra situación legal actual”.

Valeria, estudiante de Ciencias Políticas, mencionó que el único acercamiento que han tenido por parte de la Universidad de Guanajuato es la respuesta que se ha dado a través de medios oficiales:

“que es el hecho de que van a dejar que el proceso legal lo lleven las autoridades responsables para no entorpecer el proceso, lo cual, en lo particular, y creo que mis compañeros pueden coincidir, habla totalmente de esta… incluso las no respuestas son unas respuestas, el cómo la Universidad le ha dado la espalda totalmente a los estudiantes, en vez de ser la que arrope y proteja a los estudiantes, es la que en coadyuganza con la Fiscalía persigue a los estudiantes”

Ninguna autoridad universitaria se les ha acercado para tratar el tema, ni tampoco un medio de conciliación

Desiree, estudiante de Ciencias Políticas, comentó respecto a lo anterior mencionado por su compañera que la conciliación que pudo haber, llegar a acuerdos, acercamientos por parte de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato hacia ellos: “pues yo creo que se saltaron esas instancias, y que si la Fiscalía lo hubiera querido, lo hubiera podido hacer, porque justo el hecho de que ya lo hayan catalogado así, como el delito de alto impacto, que lo esté llevando la Agencia de Investigación Criminal, pues no nos deja a nosotros espacio para poder un tipo de conciliación y un acercamiento hacia las autoridades”.

Rodrigo, estudiante de Ciencias Políticas, menciona que no se cometió ningún acto ilícito o un delito, se pronuncia a favor de la inocencia de los 7 estudiantes señalados de los delitos que se les imputa: “lo único que hicimos fue ejercer nuestro derecho a la libertad de expresión, y no solamente es algo que está protegido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sino que también hay diferentes tratados internacionales para sustentar jurídica, legal y políticamente nuestro derecho a manifestarnos (…) dejar en claro que no fuimos, o que no cometimos ningún delito; nosotros simplemente ejercimos nuestro derecho a la libre manifestación de las ideas”.

 
Retrato de estudiantes con expresiones determinadas en la lucha por la justicia. Foto: Correo

Frida comenta que ha sido desgastante para ella y sus compañeros los señalamientos que día a día han permeado sobre ellos por ejercer su derecho a manifestarse y con respecto a las imputaciones en su contra: “creo que ha sido una lucha bastante legítima desde el paro, que no solo parte ni siquiera de nosotros ¿no?, o sea, ver todos los pliegos petitorios firmados, las sedes y divisiones paradas, parando actividades, buscando pues lo justo, o sea, un esclarecimiento de recursos, de las situaciones en las que se encontraban a nivel infraestructura, incluso ciertos edificios, cuestiones de acoso, violencia de género, de compañeras de artes, o sea, había todas las luchas completamente legítimas. Y el desgaste que se vivió, no solo las personas que estábamos en rectoría, sino personas que estaban en sus sedes, yo lo veía con compañeros y era un desgaste emocional, físico, y además esta narrativa que daba la Universidad, y estos pronunciamientos como el de Salvador Hernández Castro invitando a desalojarnos”, comentó la situación que vivieron durante la toma de la Rectoría General de la Universidad de Guanajuato que se encuentra dentro del Edificio Central de la misma, en donde había que repartir la comida, estar completamente alertas:

“porque definitivamente la Universidad nunca ha sido, ni desde ese momento en septiembre, desde el once de septiembre, nunca ha sido segura, y que la semana pasada, el lunes llegó este citatorio, y que lo haya vuelto personal la Universidad, que haya dicho son estas siete personas, y estas siete personas van a recibir un escarmiento para que entienda toda una comunidad, creo que lo ha llevado a un límite que ni nosotros imaginábamos. Y continúa el desgaste ¿no?, y ya no es por tema de movilizaciones, esto lo ha vuelto totalmente personal la Universidad de Guanajuato, en coadyuganza con la fiscalía, y ahí estamos ¿no? El desgaste, desafortunadamente sigue, las trabas para poder asistir a clases siguen, porque ahora tenemos que estar cuidando si ir a Fiscalía, estar buscando asesoramiento penal y sentirnos cada vez más vigilados, más señalados y muchísimo más expuestos, y eso no fue un tema que nosotros o nosotras o nosotros decidimos, eso fue algo que la Universidad, sin consulta alguna, lo hizo personal, son señalamientos totalmente personales”:

 
Entrevistas revelan falta de apoyo institucional y acceso a la justicia. Foto: Correo

Desiree comenta que es importante poder hacer llegar a la sociedad el cómo están siendo señalados, y que si bien ellos saben que son inocentes, es importante que la gente lo sepa: “es esta cuestión de sentirnos tan señalados, y de sentirnos tan en el ojo del huracán estando en esta institución, en este edificio en particular (…) las mismas autoridades pasando y burlándose de nosotros, y nosotros no poder hacer absolutamente nada, esta cuestión de que también tenemos la mala experiencia de que al menos en la opinión pública, la última vez, no estábamos muy bien amparados, o respaldados, esta cuestión de cómo la universidad utilizó sus medios para manejar la opinión que ellos querían que tuvieran de nosotros; y yo creo que ahora, también decir honestamente, sí nos da miedo ese escrutinio público, porque a pesar de que nosotros sepamos que es una injusticia, y de que nosotros sepamos que es indignante y pues inverosímil lo que está haciendo la institución, también como el Estado, pues al final de cuentas sí el que nosotros lo veamos no es suficiente, yo creo que la sociedad civil también tiene que verlo, y pues sí nos da miedo estar ya tan públicamente en el escrutinio público”:

Ignacio, estudiante de derecho, pidió a la comunidad estudiantil que solidarice con su caso: “quien no les asegura que el día de mañana, que ellos levanten la voz, que ellos protesten, les van a hacer esto o algo peor. Entonces aquí: Abeja escucha por favor. Somos una comunidad y no podemos dejarnos que este tipo de situaciones nos pase a uno.”

Los estudiantes mencionan que, si bien han tenido situaciones difíciles desde el inicio de todo el movimiento, llevan consigo el poder haber conocido a más personas que se fueron sumando a su causa. Agradecen el apoyo por parte de la comunidad estudiantil que los ha arropado y ayudado a generar, mencionan, un precedente a la libre expresión y a manifestarse en busca de mejoras para la comunidad en la Universidad de Guanajuato.

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