Ciudad de México, México.– Con la llegada del invierno, los virus respiratorios cobran protagonismo en la salud pública.
La combinación de temperaturas bajas y un aumento en las interacciones sociales favorece la propagación de patógenos como el Metapneumovirus Humano (HMPV), el COVID-19, la influenza y el resfriado común.

 
El repunte de enfermedades respiratorias ante las bajas temperaturas: HMPV, COVID-19, Influenza y el resfriado común (Foto: Twitter)

En las últimas semanas, China ha alertado sobre un repunte en las infecciones respiratorias causadas por el HMPV, lo que ha generado preocupación a nivel global.

¿Qué es el Metapneumovirus Humano (HMPV)?

El HMPV es un virus conocido desde hace décadas, similar al de la gripe, pero que no debe confundirse con el COVID-19. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los registros de infecciones por HMPV están dentro de los parámetros esperados, por lo que no se trata de un brote alarmante.

 
El repunte de enfermedades respiratorias ante las bajas temperaturas: HMPV, COVID-19, Influenza y el resfriado común (Foto: Twitter)

Sin embargo, la circulación de este virus en el hemisferio norte podría aumentar a medida que avancen las bajas temperaturas.

Los síntomas del HMPV se asemejan a los de otros virus respiratorios comunes, tales como tos, fiebre y congestión nasal. Sin embargo, este virus puede resultar más peligroso para personas vulnerables, como infantes, mujeres lactantes, mayores de 60 años y aquellos con inmunodeficiencias. En los casos más graves, el HMPV puede causar bronquitis y neumonía.

El período de incubación del HMPV suele ser de tres a seis días, y se transmite principalmente a través de secreciones al estornudar o toser, así como por el contacto con superficies contaminadas.

El lavado frecuente de manos y evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca son medidas fundamentales para prevenir el contagio.

COVID-19: La amenaza persistente

 
El repunte de enfermedades respiratorias ante las bajas temperaturas: HMPV, COVID-19, Influenza y el resfriado común (Foto: Twitter)

A pesar de que el COVID-19 parece haber quedado en segundo plano para muchos, la pandemia sigue siendo una preocupación global.

A diferencia del HMPV, el COVID-19 es causado por el virus SARS-CoV-2, que sigue mutando y generando nuevas variantes.

Sus síntomas comunes incluyen dolor de cabeza, fiebre, tos y dificultad para respirar, aunque lo que distingue al COVID-19 es la pérdida repentina del gusto y el olfato, sin la presencia de congestión nasal.

El COVID-19 tiene un período de incubación más largo que el de la gripe o el HMPV, entre 2 y 14 días, lo que dificulta la detección temprana en algunos casos. Las autoridades sanitarias siguen recomendando el uso de mascarillas en espacios cerrados y el aislamiento en caso de síntomas leves, para evitar la propagación del virus.

La Influenza: Virus mutante

 
El repunte de enfermedades respiratorias ante las bajas temperaturas: HMPV, COVID-19, Influenza y el resfriado común (Foto: Twitter)

La influenza es otra de las principales preocupaciones en la temporada invernal. Los virus de influenza A y B son responsables de las epidemias anuales que afectan a millones de personas en todo el mundo.
La influenza A, la más común y peligrosa, se transmite de aves acuáticas a humanos y puede provocar epidemias graves. En contraste, la influenza B, que solo afecta a los humanos, tiende a ser menos grave, ya que muta más lentamente y permite el desarrollo de inmunidad a lo largo del tiempo.

Aunque los síntomas de la influenza son similares a los del COVID-19 y el HMPV, como fiebre, tos y dolor muscular, la vacunación es la mejor herramienta para prevenir complicaciones graves, especialmente en sectores vulnerables como niños menores de un año y personas mayores de 80 años. No obstante, la cobertura vacunal en algunos grupos sigue siendo insuficiente.

Prevención: La clave para evitar complicaciones

Dado que no existe una vacuna específica para el HMPV, las autoridades sanitarias recomiendan adoptar medidas preventivas básicas para reducir el riesgo de contagio. Entre las más efectivas se encuentran:

  • Usar mascarilla en espacios cerrados o con poca ventilación.
  • Evitar acudir a lugares públicos si se presentan síntomas respiratorios.
  • Cubrirse la boca y la nariz al estornudar o toser, para prevenir la transmisión.
  • Mantener una buena higiene de manos, lavándolas con frecuencia y utilizando gel antibacterial.

Para las infecciones por influenza y COVID-19, la vacunación sigue siendo la estrategia más eficaz. Sin embargo, es importante que los grupos vulnerables reciban la inmunización a tiempo para reducir el riesgo de complicaciones graves.