
Medina Miyakazi, identificado como uno de los principales generadores de violencia en Sinaloa, es también un estrecho colaborador de Aureliano Guzmán Loera, alias “El Guano”, quien lidera una facción del Cártel del Pacífico.
Mediante investigaciones de inteligencia, las autoridades lograron rastrear los movimientos de “La Morsa”, quien tiene vínculos con altos funcionarios de la política y la seguridad en Sinaloa.
En particular, se le señala como un aliado de su hermana, María Eugenia Medina Miyazaki, alias “La Maru”, exdiputada local del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en esa entidad, quien se presume tiene protección de exfuncionarios estatales.
El detenido, además de ser un importante operador dentro de la organización criminal, es señalado como responsable de la operación de laboratorios clandestinos en el municipio de Elota, Sinaloa, donde se fabrican grandes cantidades de fentanilo y otras drogas sintéticas.

Estas sustancias, que tienen como destino principal el mercado estadounidense, representan una de las principales amenazas a la seguridad pública en ambos países.
Durante el operativo, que contó con la participación de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar), la Fiscalía General de la República (FGR), la Guardia Nacional (GN) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), se logró asegurar a “La Morsa” con un arma de fuego abastecida con cinco cartuchos, así como tres bolas de material cristalino sólido y una bolsa con cocaína.
El operativo se desarrolló después de una serie de vigilancias intensivas, basadas en el uso de tecnologías de monitoreo. Los agentes de investigación lograron identificar que el sujeto se desplazaba entre Mazatlán, Sinaloa, y la Ciudad de México, particularmente en la zona de la colonia Narvarte Poniente, lo que les permitió implementar un cerco de seguridad en la zona. Durante un recorrido de vigilancia, los oficiales detectaron a un individuo que coincidía con la descripción de “La Morsa” y portaba lo que parecía un arma de fuego. Tras una inspección de seguridad, se confirmó que se trataba del delincuente buscado.

Medina Miyakazi, de 37 años, fue detenido en el lugar y, tras ser informado de sus derechos constitucionales, fue trasladado ante el Ministerio Público. Las autoridades ahora continúan con la integración de la carpeta de investigación correspondiente, mientras se determinan las acciones legales a seguir en su contra.
Esta captura representa un golpe importante a las estructuras del crimen organizado en Sinaloa, y evidencia la continua presencia de organizaciones del narcotráfico en diversos puntos del país, especialmente en áreas urbanas como la Ciudad de México.