Berlín, Alemania – Este domingo, los alemanes acudieron a las urnas para elegir un nuevo parlamento en una jornada electoral marcada por el auge de la extrema derecha y la incertidumbre económica y geopolítica. Según las primeras proyecciones de boca de urna, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) se perfila como la fuerza más votada, con un 30% de los sufragios, lo que coloca a su líder, Friedrich Merz, en la mejor posición para convertirse en el próximo canciller de Alemania.
El avance de la ultraderecha también ha sido significativo. Alternativa para Alemania (AfD) habría obtenido un histórico 19,6% de los votos, reflejando el descontento de una parte de la población con la actual situación política y económica del país. Por otro lado, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), encabezado por el actual canciller Olaf Scholz, sufriría una de sus peores derrotas al conseguir apenas un 16%.

Un país en busca de estabilidad
Los resultados preliminares confirman un giro a la derecha en la política alemana, impulsado por el creciente malestar ciudadano ante la recesión económica, la crisis energética y las preocupaciones sobre la seguridad tras varios atentados mortales. El debate sobre la inmigración y la relación con la Unión Europea también jugaron un papel clave en la campaña electoral.
“Estamos atravesando un período muy incierto”, comentó Daniel Hofmann, un urbanista de 62 años, tras emitir su voto en Berlín. “El país necesita un cambio, una transformación”.

Merz, el próximo canciller en espera
El líder de la CDU, Friedrich Merz, de 69 años, ha centrado su discurso en la necesidad de recuperar la estabilidad económica y reforzar la seguridad nacional. Su postura más conservadora y su propuesta de endurecer las políticas migratorias han atraído a un electorado preocupado por el futuro del país.
Tras conocerse los primeros resultados, Merz se mostró optimista y llamó a formar gobierno lo antes posible: “Es importante recuperar rápidamente nuestra capacidad de actuar para que Alemania vuelva a ser gobernada de forma fiable”.
El auge de la ultraderecha
El ascenso de AfD representa uno de los cambios más significativos en el panorama político alemán. El partido, liderado por Alice Weidel, ha capitalizado el malestar social y ha recibido el respaldo público de figuras internacionales como Elon Musk y el vicepresidente estadounidense JD Vance, cercanos a Donald Trump.
Los recientes atentados y el debate migratorio han sido clave para el crecimiento de AfD. “El ascenso de AfD es una señal de alarma. Algo tiene que cambiar“, afirmó Reinhardt Schumacher, un jubilado de 64 años que votó en Duisburgo.
Formación de gobierno: un desafío complejo
Aunque la CDU se perfila como la fuerza ganadora, necesitará aliarse con al menos otro partido para formar gobierno. Merz ha descartado cualquier coalición con AfD, lo que deja abierta la posibilidad de un pacto con el SPD o los Verdes, lo que podría demorar semanas o meses.
Por su parte, Olaf Scholz reconoció la derrota y aseguró que trabajará en una transición ordenada. “Este es un momento en el que tenemos que reconocer que hemos perdido las elecciones“, declaró ante sus seguidores en Berlín.
Un nuevo rumbo para Alemania
Las elecciones han demostrado que Alemania se encuentra en un punto de inflexión. La economía, la seguridad y la migración han definido el voto de millones de alemanes, dejando un Parlamento fragmentado y un desafío político sin precedentes.
Con las negociaciones para la formación del nuevo gobierno por delante, Europa y el mundo observan de cerca cómo la primera potencia del continente traza su futuro político en una era de incertidumbre.