Celaya, Gto.- Mientras algunas personas celebran la presencia de sonideros, cantantes y músicos en el Jardín Principal de Celaya —donde diariamente animan el ambiente y hacen bailar a decenas de personas, en su mayoría adultos mayores—, otras se quejan del exceso de ruido y piden su retiro. Ante ello, el alcalde Juan Miguel Ramírez prometió que se regularizará su actividad para que respeten los niveles de sonido permitidos.

Ramírez Sánchez, cuya oficina se encuentra justo frente al Jardín Principal, reconoció que en ocasiones el volumen es excesivo. Por ello, solicitará a las direcciones de Medio Ambiente y Fiscalización que analicen el tema y apliquen la normativa sobre decibeles.

Todos los días, el Jardín se convierte en una fiesta, especialmente para las personas mayores que acuden a bailar. Sin embargo, los comerciantes establecidos en los alrededores han manifestado su molestia por el alto volumen, que afecta sus negocios.

Mientras adultos mayores disfrutan música y baile en el Jardín Principal, otros habitantes se quejan del ruido excesivo en el centro de Celaya.

El alcalde señaló que las quejas se centran principalmente en una persona que predica con un volumen muy elevado, así como en miembros de una asociación que busca convertirse en partido político.

—“Le voy a encargar a Medio Ambiente que lo revise. Ellos llegan con un aparato y ya saben cuántos decibeles deben tener. Tenemos que pedirles que bajen el volumen. Por ejemplo, hay un señor que predica a todo volumen sobre Dios, Jehová, etcétera. Yo digo: qué capacidad tiene, parece que no se cansa. Pasa el tiempo y sigue hablando fuerte. El sonido es potente y él tiene una voz fuerte. Pero llega un momento en que uno ya no aguanta”, comentó el alcalde.

A veces, el Jardín parece una batalla de sonidos: entre sonideros, músicos, cantantes y predicadores, cada quien compite por subir más el volumen. Algunos ciudadanos consideran que esto da una mala imagen a los turistas y visitantes, pues se escucha música grabada a todo volumen —principalmente regional, cumbia, salsa, danzón, norteña y otros géneros tropicales— usando bocinas potentes. También señalan la contaminación acústica y el desorden justo frente al edificio de la presidencia municipal, en plena zona centro.

No obstante, una gran parte de la población defiende este tipo de actividades, sobre todo porque muchas de las personas que participan son jubiladas o de la tercera edad.

Expos comerciales en Celaya

Aunque los comerciantes establecidos del Andador Góngora reportaron una caída de hasta 80% en sus ventas cuando se instalan expos comerciales en esa zona peatonal, el alcalde Juan Miguel Ramírez afirmó que, aunque se busca regular estos eventos, por ahora no se les negará el permiso.

Explicó que, anteriormente, estas actividades se realizaban en la explanada del Parque Morelos. Sin embargo, debido a problemas con el estacionamiento y a que aún no se define su reubicación, no se cuenta con un espacio adecuado para mover las exposiciones.

—“Antes todas estas actividades se hacían en el Parque Morelos. Al tener problemas con el estacionamiento y no haber podido reubicar a los comerciantes, les hemos dado permiso, aunque no como ellos quisieran. Tienen necesidades, y no queremos perjudicar a nadie”, dijo.

Los comerciantes del andador se quejan de que los puestos temporales bloquean la visibilidad de sus negocios y reducen el flujo peatonal. También denuncian que los organizadores cobran hasta 18 mil pesos por espacio a los vendedores, y que las ganancias se concentran en los líderes de estas expos.

El alcalde reconoció que muchos de los organizadores ni siquiera son de Celaya —algunos ni mexicanos—, y que en muchos casos no se venden artesanías locales, sino productos importados.

Como solución a largo plazo, propuso la creación de un “Parián” comercial en el espacio que actualmente ocupa la escuela Tresguerras, sobre la calle Álvaro Obregón.

—“Tenemos un proyecto para hacer ahí un parque bonito, donde se concentre todo este tipo de comercio. Eso ayudaría a resolver el problema de los comerciantes del Andador Góngora y del Jardín”, explicó.

Además, propuso la creación de cooperativas para evitar los abusos en el cobro de espacios.

Por lo pronto, instruirá a Fiscalización a que revise cada solicitud de permiso para exposiciones en el Andador Góngora y que verifique que los organizadores sean celayenses.

—“Efectivamente, traemos a gente que no es de Celaya y que le paga a los líderes. No hay beneficio para los comerciantes locales: ni los productos son de aquí, ni las ganancias se quedan en la ciudad”, concluyó.

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