Guanajuato, Gto.- Mientras el salario mínimo en Guanajuato apenas llega a los 248.93 pesos diarios, según datos oficiales de la CONASAMI, el precio de la vivienda ha escalado, reportando hasta un 70 por ciento en compra y hasta un 145 por ciento en renta, de acuerdo con reportes de CANADEVI e Inmuebles24. Esto, en suma, parece indicar que el fenómeno de la gentrificación ya no es exclusivo de metrópolis como Ciudad de México.

En días recientes, habitantes de la Ciudad de México salieron a las calles para protestar por el despojo de sus viviendas, desplazamiento por el turismo, especulación inmobiliaria y el crecimiento de plataformas como Airbnb. Si n embargo, en Guanajuato la historia no es muy distinta.

Foto: Archivo
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La Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (CANADEVI), en su delegación estatal, reconoció que sólo en los últimos siete años, el costo de la vivienda en Guanajuato aumentó hasta un 70 por ciento, debido al encarecimiento de tierras y materiales.

“Finalmente ya no nos dio, y nos hemos brincado al siguiente nivel, principalmente por el costo de la tierra (…) actualmente una vivienda económica no te cuesta menos de 700 mil pesos”, advirtió el organismo.

Este encarecimiento ha provocado que los desarrolladores abandonen el segmento de vivienda económica, lo que ha agravado el déficit de oferta para sectores populares.

Si bien comprar una casa se ha vuelto imposible para muchos, rentar también se ha transformado en un lujo. En ciudades como Silao, el precio por metro cuadrado ha subido un 143 por ciento, seguido por San Francisco del Rincón, que reporta un 59 por ciento, y Salamanca, con un 47 por ciento, según cifras de Inmuebles24.

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Cabe mencionar que lo poco que se ofrece como “renta accesible” suele estar en la periferia o en zonas con altos índices de violencia. Por ejemplo, en León, casas de 2 mil 800 pesos —de apenas dos recámaras y un baño— se encuentran en colonias como Héroes de León, mientras que en zonas como Campestre o fraccionamientos cerrados, el precio puede alcanzar hasta los 12 mil pesos mensuales.

Autores como Milena Velasco y David Navarrete, en su investigación “Turismo y gentrificación en ciudades patrimoniales”, advierten que ciudades como San Miguel de Allende y Guanajuato capital han sido transformadas por los flujos migratorios, el turismo extranjero y el cambio de uso de suelo, no sólo ahora, sino desde hace años.

En la década de 1980, el número de nuevos residentes fue en aumento por jubilados y empresarios

En la década de 1980, el número de nuevos residentes fue en aumento por jubilados y empresarios estadounidenses que fueron atraídos mediante promociones de medios internacionales (…) se reemplazó a la población local por migrantes extranjeros que invirtieron principalmente en hoteles, los cuales a la fecha tienen más beneficios que los propios residentes mexicanos. La comunidad extranjera representa el 10 por ciento de la población total del municipio”, señalan los autores.

En ambas localidades, viviendas tradicionales han sido transformadas en Airbnbs, lo que ha desplazado a habitantes originales hacia las orillas de la ciudad. Esto no solo ha generado malestar entre hoteleros y vecinos, sino también el desplazamiento de la población local hacia las periferias.

En la ciudad de León, habitantes de la calle Madero fueron forzados a abandonar sus hogares tras la llegada de bares y antros; sin mencionar que las pocas familias que aún viven allí prefieren callar por miedo a represalias.

A esto se suma el testimonio de residentes que han sido víctimas de abusos por parte de arrendadores.

“Estaba compartiendo la casa con alguien de una orquesta en Guanajuato, yo estaba muy ‘agusto’, y la dueña nos avisó que iba a subir la renta en una cantidad casi al doble. Durante la pandemia llegaron muchos extranjeros para trabajar en remoto, y contaron que los departamentos que rentaron tenían un costo altísimo, en dólares”, relató Bárbara, docente que radica en Guanajuato Capital desde los años 90.

De acuerdo con diversos autores, la gentrificación en Guanajuato toma dos formas: la que no expulsa de inmediato, pero transforma el entorno, y la que sí expulsa directamente, al sustituir viviendas por comercios, bares o espacios turísticos. Aunque, en ambos casos, el derecho a la vivienda digna se vuelve una ilusión para quienes no ganan en dólares.

Actualmente no existen leyes en Guanajuato que regulen de manera directa y efectiva el fenómeno de la gentrificación en la entidad; esto pese a que la entidad concentra entre el 5 y el 9 de los extranjeros.

La gentrificación y la escasa disponibilidad de la vivienda no es un problema exclusivo de CDMX. Establecimiento de Airbnbs, rentas elevadas, costos inaccesibles, y colocación de antros en zonas habitadas, son sólo algunas de las problemáticas que han obstaculizado el derecho a una vivienda digna, por parte de la población guanajuatense.

Autores han reconocido dos tipos de gentrificación

Autores han reconocido dos tipos de gentrificación; desde la gentrificación sin expulsión, que sucede cuando no se da una sustitución excesiva de habitantes de escasos recursos por otros de mayores recursos; y la llamada gentrificación en actividades productivas que consiste en el cambio de uso de suelo habitacional por uso de suelo comercial, de servicios, administrativos o turísticos.

Sólo en los últimos siete años, el costo de la vivienda en Guanajuato incrementó hasta un 70 por ciento, según datos de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (CANADEVI), en su delegación estatal.

De acuerdo con la instancia, esto responde al aumento de los costos de la materia prima y las tierras, lo que se ha traducido en que los mismos desarrolladores no se dediquen a la construcción de vivienda económica. Esto, a su vez, se suma la escasa disponibilidad de viviendas, que es bastante inferior, en comparación con la demanda de la misma.

“Finalmente ya no nos dio, y nos hemos brincado al siguiente nivel, principalmente por el costo de la tierra (…) Actualmente una vivienda económica no te cuesta menos de 700 mil pesos”, explicó CANADEVI Guanajuato.

No obstante, más allá de la compra de la vivienda, que ha afectado principalmente a los municipios del corredor industrial, existen otras problemáticas identificadas en distintas zonas turísticas, que han provocado la segregación de la población.

Investigadores de distintas instituciones como la Universidad de Guanajuato, localidades como San Miguel de Allende y Guanajuato se han visto perjudicadas por los movimientos migratorios y el turismo; principalmente en esta última, donde la población extranjera ha reemplazado en gran medida a la local.

San Miguel de Allende ha sido más afectado por la gentrificación con respecto a Guanajuato”, ya que “En la década de 1980, el número de nuevos residentes fue en aumento por jubilados y empresarios estadounidenses que fueron atraídos mediante promociones de medios internacionales (…) se reemplazó a la población local u originaria por migrantes extranjeros que fueron invirtiendo principalmente en hoteles los cuales a la fecha tienen más beneficios que los propios residentes mexicanos. Siendo que la comunidad extranjera representa el 10% de la población total del municipio”, explican Milena Velasco y David Navarrete en el texto ‘Turismo y gentrificación en ciudades patrimoniales. Los casos de las ciudades de Guanajuato y San Miguel Allende’.

En ambas localidades, viviendas han sido transformadas en Airbnbs, lo cual ha generado malestar en gremios como el hotelero, y el desplazamiento de la población local hacia las periferias.

Una docente, quien ha radicado desde los años 90 en el municipio de Guanajuato, relató a Periódico Correo cómo se ha visto afectada a lo largo de los años por el incremento de los costos de las rentas, siendo víctima de abusos por parte de los arrendatarios.

“Estaba compartiendo la casa con alguien de una orquesta en Guanajuato, yo estaba muy ‘agusto’, y la dueña nos avisó que iba a subir la renta en una cantidad casi al doble, pero nosotros le dijimos que por Ley sólo se podía aumentar un porcentaje.

Durante la pandemia llegaron muchos extranjeros para trabajar en remoto, y contaron que los departamentos que rentaron tenían un costo altísimo, en dólares”, relató Bárbara, docente de Guanajuato, Capital.

Sin embargo, en municipios como León, Guanajuato, particularmente en la calle Madero, gran parte los habitantes se vieron forzados a abandonar sus casas; esto ante la llegada de bares y antros. Cabe mencionar que, las menos de veinte familias que aún viven en la zona han omitido hablar sobre esta problemática por temor a represalias.

En cuanto a la renta, otro pilar de la gentrificación, organizaciones inmobiliarias también han detectado un incremento en los costos que oscila entre un 40 y hasta un 145 por ciento.

Según datos de Inmuebles24, Silao encabeza la lista con un aumento del 143 por ciento en el precio por metro cuadrado, seguido de San Francisco del Rincón, con un 59 por ciento y Salamanca, con un 47 por ciento.

Un aspecto importante es que, si bien se ofertan rentas accesibles de vivienda, comúnmente estas se ubican en periferias, o en zonas con elevados índices de inseguridad. Un claro ejemplo de ello es la ciudad de León, donde las casas más económicas, de hasta 2 mil 800 pesos, pequeñas, con dos habitaciones, un baño, sala, cocina y comedor, se encuentran en zonas como Héroes de León; mientras que, en zonas como Centro, Campestre o en distintos fraccionamientos privados, las viviendas pueden encontrarse hasta en 12 mil pesos.