Ciudad de México, México.– Los nuevos “aranceles recíprocos” que Estados Unidos impondrá a productos mexicanos entrarán en vigor este viernes 1 de agosto, de acuerdo con una carta enviada por el presidente estadounidense Donald Trump a la presidenta Claudia Sheinbaum a mediados de julio. La medida implica un gravamen del 30 por ciento a exportaciones mexicanas, independiente de otros aranceles sectoriales ya existentes, y ha generado una creciente tensión comercial entre ambos países.

La decisión de Trump se justifica, según el mandatario, en la falta de acciones contundentes por parte de México para frenar la migración irregular y las actividades del crimen organizado, particularmente en relación con la producción y tráfico de fentanilo. Aunque Trump reconoció en su carta que México ha realizado esfuerzos para asegurar la frontera común, consideró que “no han sido suficientes”.
“Cobraremos a México un arancel del 30 por ciento a los productos mexicanos enviados a los Estados Unidos, separado de todos los aranceles sectoriales. Los productos que se transborden para evadir aranceles más altos estarán sujetos a ese arancel más alto”, dice el documento firmado por el mandatario republicano.
Desde que Trump asumió su segundo mandato, ha endurecido su postura en materia comercial, reinstaurando aranceles al acero, aluminio y productos automotrices mexicanos. Ahora, con esta nueva ronda arancelaria generalizada, el impacto podría ser mucho mayor para la economía mexicana, que destina más del 80% de sus exportaciones al mercado estadounidense.

Sheinbaum mantiene esperanzas de una salida diplomática
Pese a la inminente entrada en vigor de los aranceles, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó este lunes que su gobierno sigue negociando activamente con Washington para evitar que se concrete el nuevo gravamen.
“El viernes es 1 de agosto y todavía estamos en pláticas. Esperamos un buen resultado de ellas. Vamos a esperar esta semana al resultado de las negociaciones”, señaló Sheinbaum en conferencia de prensa.
La mandataria también informó que durante el fin de semana se reunió con el embajador de Estados Unidos en México, Ron Johnson, así como con varios congresistas estadounidenses, con quienes discutió las posibles consecuencias económicas y políticas de la medida arancelaria.
“Platicamos de la política que tenemos, los efectos que tienen los aranceles en la política”, dijo Sheinbaum, sin ofrecer mayores detalles sobre los acuerdos alcanzados.
Washington cierra la puerta a prórrogas

Mientras en México aún hay esperanzas de alcanzar un acuerdo antes del viernes, en Washington las señales son distintas. El secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, declaró este fin de semana que no habrá nuevas prórrogas para la entrada en vigor de los aranceles.
“No más periodos de gracia, no más prórrogas; los aranceles están fijados para el 1 de agosto. Después del 1 de agosto, la gente aún puede hablar con el presidente Trump; siempre está dispuesto a escuchar”, aseguró Lutnick ante medios en Nueva York.
El anuncio de los nuevos aranceles ha generado preocupación entre empresarios, exportadores y analistas económicos, quienes advierten que una medida de esta magnitud podría desacelerar el crecimiento económico de México y dañar cadenas productivas compartidas entre ambos países.
Mientras la fecha límite se acerca, el gobierno mexicano acelera las gestiones diplomáticas y económicas para mitigar el impacto de esta decisión unilateral. El éxito o fracaso de estas negociaciones podría definir el rumbo de la relación bilateral en los próximos meses.