Irapuato, Gto.- Lo que comenzó como una receta familiar para aprovechar las fresas que sobraban, se convirtió con el paso de los años en uno de los negocios más emblemáticos de Irapuato: Cristalita.
El dulce legado de Cristalita, empresa familiar nacida en Irapuato
María Dolores Miranda, conocida cariñosamente como la señora Lolita, ha dedicado su vida a continuar el legado que sus padres iniciaron en 1965. Su padre, el señor Miguel, cultivaba fresas en tierras irapuatenses, mientras su madre encontró en la cocina una forma de preservar el fruto con azúcar y paciencia, dando vida a las primeras fresas cristalizadas.
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“Es un orgullo para mi el poder continuar el legado que dejaron mis papás y hoy ver que la Cristalita se ha convertido en un lugar de identidad de Irapuato. Siempre han existido retos muy difíciles pero los hemos podido superar”, dijo la señora Lolita, fundadora.
Al principio, las vendían desde la puerta de su casa, sin imaginar que esa pequeña producción artesanal se transformaría en un símbolo de la ciudad. Las fresas cristalizadas se convirtieron en el producto estrella del negocio y también en el origen del nombre que hoy resuena con identidad y tradición: Cristalita.
Con el tiempo, la demanda creció y también lo hizo la creatividad. A la receta original se sumaron nuevas delicias como mermeladas, fresas congeladas, fresas con chocolate, con chile y hasta jarabes artesanales, todos hechos con la misma dedicación que caracteriza a la marca.
Cristalita no solo ha endulzado el paladar de generaciones, también ha puesto en alto la tradición fresera de Irapuato, convirtiéndose en un referente de orgullo local y en ejemplo de cómo una receta familiar puede trascender el tiempo y las fronteras.
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