Ciudad de México, México.– Bajo un cielo despejado y el eterno sol del verano ártico, cientos de personas salieron este viernes a las calles de Anchorage para manifestarse contra la llegada de los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin, quienes se reunirán en esta ciudad en una cumbre bilateral centrada en el posible fin de la guerra en Ucrania.

Cientos protestan en Anchorage contra Trump y Putin, rechazando la cumbre sobre Ucrania y la presencia del mandatario ruso en territorio alaskense (Foto: Twitter)

La protesta, convocada por organizaciones locales y ciudadanos independientes, reunió a cerca de 500 manifestantes que alzaron la voz contra lo que califican como una alianza peligrosa entre dos líderes autoritarios. La presencia del mandatario ruso —el primero en visitar Alaska desde que esta fue territorio del Imperio ruso— ha encendido las alarmas en una comunidad históricamente orgullosa de su independencia y de su pasado único dentro de Estados Unidos.

“Putin es un criminal de guerra y no le deberíamos estar dando la bienvenida a nuestro país, y mucho menos a Alaska”, declaró Rachel Coney a la agencia EFE, una de las voces más resonantes entre los manifestantes. Putin enfrenta una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra cometidos durante la invasión a Ucrania.

Las calles cercanas al lugar del encuentro bilateral se llenaron de banderas ucranianas, girasoles —símbolo de resistencia ucraniana— y pancartas con mensajes como: “No queremos criminales de guerra en Alaska, ni delincuentes en la Casa Blanca” y “Alaska está con Ucrania”. Las imágenes de la protesta circularon rápidamente por redes sociales bajo etiquetas como #TrumputinOut y #AlaskaForUkraine.

Cientos protestan en Anchorage contra Trump y Putin, rechazando la cumbre sobre Ucrania y la presencia del mandatario ruso en territorio alaskense (Foto: Twitter)

Marie Allen Lambert, residente de Anchorage, comentó que esta ha sido “la mayor concentración vista hasta ahora” desde que Trump regresó a la presidencia.

“La gente aquí está harta. Hemos protestado desde que Trump empezó a actuar como un monarca”, señaló.

Muchos de los asistentes destacaron que los alaskenses sienten un profundo apego por su tierra y rechazan que se la utilice como escenario para rehabilitar la imagen de Putin.

Históricamente aislada del resto del país —muchos locales se refieren a los demás estados como “los de más abajo del 48”—, Alaska fue adquirida por Estados Unidos en 1867 por 7.2 millones de dólares, equivalentes a unos 100 millones actuales. Anchorage, la ciudad más grande del estado, con una población cercana a los 300 mil habitantes, ha visto alterada su calma habitual por la llegada de delegaciones extranjeras y un fuerte despliegue de seguridad.

A pesar del ambiente tenso, la vida cotidiana continúa en la ciudad, que se encuentra en plena temporada turística. Sin embargo, para muchos residentes, esta visita representa una herida simbólica.

“Trump no merece ningún Premio Nobel de la Paz”, sostuvo Coney. “No piensa en los ucranianos y es responsable de muchas muertes, comenzando por las de numerosos estadounidenses durante la pandemia de Covid-19”.

Cientos protestan en Anchorage contra Trump y Putin, rechazando la cumbre sobre Ucrania y la presencia del mandatario ruso en territorio alaskense (Foto: Twitter)

El encuentro entre Trump y Putin, anunciado como una oportunidad histórica para avanzar hacia una solución diplomática en Ucrania, ya está generando intensas reacciones dentro y fuera del país. Pero para los alaskenses que se manifestaron este viernes, la historia no debe escribirse con la tinta de la impunidad.