Ciudad de México, México.– Un avance histórico en la lucha contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) ha llegado a México: la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha autorizado un tratamiento antirretroviral inyectable de acción prolongada, marcando un antes y un después en la atención de personas con el virus.

Este innovador esquema terapéutico, compuesto por cabotegravir y rilpivirina (CAB+RPV AP), representa la primera alternativa inyectable que sustituye la necesidad de tomar pastillas diariamente. Ahora, los pacientes pueden recibir una aplicación cada dos meses, lo que mejora significativamente la calidad de vida y la adherencia al tratamiento.

Cofepris aprueba en México el primer tratamiento inyectable bimestral contra el VIH, que mejora la adherencia y calidad de vida de los pacientes (Foto: Twitter)

¿Cómo funciona el tratamiento?

A diferencia de los esquemas tradicionales de pastillas diarias, el tratamiento CAB+RPV AP se administra por vía intramuscular cada ocho semanas. Según la Revista de Quimioterapia Antimicrobiana de la Universidad de Oxford, la formulación permite la liberación lenta y constante del medicamento, manteniendo su eficacia durante semanas y reduciendo los riesgos asociados a olvidos o interrupciones en la toma del tratamiento.

La terapia no solo ayuda a mantener el virus bajo control en personas ya diagnosticadas, sino que también abre la puerta a su uso preventivo. El cabotegravir, en su forma inyectable conocida como Apretude, ha sido aprobado en otros países como parte de la estrategia de profilaxis preexposición (PrEP), lo que reduce el riesgo de infección en personas que aún no viven con VIH.

Cofepris aprueba en México el primer tratamiento inyectable bimestral contra el VIH, que mejora la adherencia y calidad de vida de los pacientes (Foto: Twitter)

¿Qué beneficios ofrece?

El principal beneficio es la frecuencia de dosificación: solo una inyección bimestral, lo que facilita la vida de los pacientes. Especialistas que presentaron estudios en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica destacaron que esta modalidad reduce barreras sociales, como el estigma, y físicas, como la dificultad de seguir una rutina diaria de medicación.

“Este tipo de tratamiento representa un gran paso hacia la individualización de la atención del VIH, mejorando el apego al tratamiento y reduciendo el impacto psicológico del diagnóstico”, señalaron investigadores del congreso.

¿Qué tan eficaz es?

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos reportó que el tratamiento ha mostrado una alta eficacia: reduce el riesgo de infección en un 69% en hombres cisgénero y mujeres transgénero, y hasta un 90% en mujeres cisgénero.

Cofepris aprueba en México el primer tratamiento inyectable bimestral contra el VIH, que mejora la adherencia y calidad de vida de los pacientes (Foto: Twitter)

Sin embargo, expertos subrayan que para prevenir el desarrollo de resistencia, es crucial asegurarse de que la persona no tenga VIH activo antes de recibir las inyecciones preventivas.

¿Hay efectos secundarios?

Los efectos secundarios reportados son en su mayoría leves y temporales. Los más comunes incluyen dolor o hinchazón en el lugar de la inyección, así como fatiga, dolor de cabeza, fiebre o malestar muscular. Todos ellos son manejables, aseguran las autoridades sanitarias.

¿Quiénes pueden acceder a este tratamiento?

El tratamiento inyectable está indicado principalmente para personas que ya tienen el virus bajo control y que no presentan resistencia a los componentes del medicamento. También es una alternativa para quienes tienen dificultades para tomar medicamentos diariamente o enfrentan barreras sociales para seguir su tratamiento de forma regular.

No obstante, su uso requiere seguimiento médico riguroso, por lo que no es recomendable automedicarse ni cambiar de régimen sin indicación profesional.