Ciudad de México, México.– El banco mexicano CIBanco retiró de manera voluntaria la demanda que mantenía en Estados Unidos contra el Departamento del Tesoro y su agencia FinCEN (Red de Ejecución de Delitos Financieros), en el marco de las sanciones impuestas a la institución por su presunta implicación en actividades de lavado de dinero junto con los bancos mexicanos Intercam y Vector.

La notificación formal de desistimiento fue presentada el jueves 19 de agosto ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia, apenas un día después de que el Gobierno estadounidense anunciara una modificación en las medidas sancionatorias, postergando su entrada en vigor hasta el próximo 20 de octubre.
Cambio de estrategia legal y presión internacional
En el documento oficial, CIBanco señaló que el retiro de la demanda se dio “a la luz de la orden emitida por FinCEN el 19 de agosto de 2025”, en la cual se enmendó la prohibición del 25 de junio y su modificación previa del 11 de julio. Esta decisión otorga un respiro temporal a la institución, que enfrenta graves consecuencias financieras y operativas a raíz de las restricciones impuestas por el Tesoro.

El desistimiento fue firmado por el bufete White & Case, lo que indica un cambio en la estrategia legal de la empresa, que previamente había sido representada por otros abogados en la interposición de la demanda.
Multiva adquiere el negocio fiduciario de CIBanco
En medio de esta reconfiguración institucional, se anunció que el Grupo Financiero Multiva adquirió el negocio fiduciario de CIBanco, una operación que podría representar la desarticulación definitiva del banco.
Multiva confirmó que esta adquisición forma parte de su “plan estratégico de expansión” aprobado por su consejo de administración, con el cual espera incrementar su participación en el mercado fiduciario y consolidar su crecimiento.
CIBanco al borde de la desaparición
De concretarse las restricciones, CIBanco advirtió que estaría forzado a cesar operaciones internacionales y despedir a más de tres mil empleados. En la demanda retirada, la institución acusaba al Departamento del Tesoro de emitir una “orden errónea” al vincularlos con operaciones ilegales bajo su política para combatir el tráfico de opioides.

“La orden pone en riesgo más de 40 mil millones de dólares en fondos legítimos administrados por CIBanco en nombre de intereses estadounidenses, incluidos fondos de pensiones, fondos de inversión, empresas y ciudadanos de EE.UU.”, se leía en el documento.
Además, la institución advirtió sobre las implicaciones directas para inversionistas estadounidenses, entre ellos empleados públicos, maestros y personal de primera respuesta, cuyos ahorros y fondos de pensiones podrían verse comprometidos.
“Los depositantes enfrentan un riesgo considerable de pérdidas si la liquidación del banco se lleva a cabo. Hay una amenaza real de que miles de personas queden sin acceso a los activos fiduciarios administrados por la institución”, advirtió la institución antes de desistir de la vía judicial.
¿Qué sigue para CIBanco?
Aunque la extensión de la sanción hasta octubre representa un margen temporal, no garantiza la continuidad de las operaciones de CIBanco. De no lograrse una resolución diplomática o legal favorable, la institución podría dejar de operar en el extranjero y su base operativa local sería reducida drásticamente.