Celaya, Guanajuato.- Diego Armando Ramírez Rodríguez y André Alejandro Ramírez López formaron parte de la Policía Municipal de Celaya hasta que hombres armados se los llevaron y nunca más se volvió a saber de ellos. El primero desapareció el 18 de septiembre de 2017 y el segundo el 9 de abril de 2018. Hoy sus familias siguen buscándolos y exigiendo justicia.
Aunque las desapariciones de ambos elementos ocurrieron en años distintos, las familias afirmaron, por separado, que ellos formaron parte de la “ola de policías desaparecidos” de ese tiempo; sin embargo, sus mandos y el gobierno municipal no los ayudaron a buscarlos y los dieron de baja a pesar de haber formado parte de la corporación policial.

A ambos dejaron de pagarles su salario a sus familias y les cortaron todas las prestaciones laborales, por lo que sus familias siguen en la lucha por lograr la declaratoria de ausencia.
Cecilia Rodríguez, mamá del policía Diego Armando Ramírez Rodríguez, dijo que cada día amanece con la esperanza de encontrarlo con vida, pero pasan las horas, los días y los años, y sigue sin tener noticias.
Fue la noche del 18 de septiembre de 2017, cuando Diego Armando fue privado de su libertad por hombres armados mientras vendía tamales en la colonia Villas del Bajío, en la avenida Las Torres. Era su primer día de vacaciones y aprovechó su descanso para trabajar en el negocio familiar; desde entonces no se sabe nada de él.
“Mi hijo tenía seis años trabajando en la corporación cuando se lo llevaron mientras vendía tamales. Ahora va a cumplir ocho años desaparecido. Yo lo que pido es que me digan dónde está. Son ocho años viviendo esta incertidumbre y angustia día con día. Desde ese día nos robaron nuestra vida y estabilidad. Él tiene una hija y nunca la han apoyado, ni con becas ni nada”, platicó la señora Cecilia.
Luz María López, mamá del policía André Alejandro Ramírez López, desaparecido el 9 de abril de 2018, relató que pocos días después de la privación de su libertad, sus superiores lo dieron de baja de la Policía Municipal de Celaya, justificando faltas. Hoy, siete años después, no ha aparecido, no hay avances en la investigación y las autoridades municipales no la han apoyado.

“Mi hijo trabajaba como policía municipal. Fue privado de su libertad en 2018 en Celaya. Él acababa de salir de trabajar, todavía traía pantalón y botas de la Policía Municipal cuando hombres armados lo secuestraron de la casa de su suegra en la colonia Geovillas de Los Sauces el 9 de abril. El 30 de abril lo dieron de baja por faltas injustificadas, aun cuando había una demanda puesta y las autoridades tenían conocimiento de lo sucedido. A la fecha no hubo ningún tipo de apoyo, ni becas ni nada”, señaló.
La señora Luz María López dijo que no es justo que su hijo, quien trabajaba cuidando a los celayenses, no haya recibido apoyo tras su desaparición en 2018. Exige justicia y seguirá buscándolo hasta encontrarlo.
“No es justo que siendo policía municipal, arriesgando su vida, ni siquiera tuviera derecho a que lo busquen. Así quedó en el olvido. Queremos justicia para él y que se reactive en sus labores mientras se esclarece su paradero, porque tenía derechos como policía municipal”, contó.

Ambas madres buscadoras no se conocen, pero tienen el mismo dolor, un hijo que se desempeñaba como policía y que fue desaparecido ante la indiferencia de las autoridades municipales en turno, por lo que acudieron este sábado a la marcha por el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas con el anhelo de encontrar a sus hijos y exigir a las autoridades que no cierren las carpetas de investigación y los sigan buscando.
“Son varios policías que desaparecieron en ese tiempo, no sabemos qué pasó, a la fecha las familias no sabemos nada, vamos constantemente ahí al ministerio público, pero no hay nada, no hay avances en las investigaciones, hoy lo único que queremos es encontrarlos”, platicó Luz María López.
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