Ciudad de México, México.– A diferencia de otros países latinoamericanos, que enfocan sus celebraciones en la consumación de la independencia, México conmemora con pasión el inicio del proceso que liberó al país del dominio español. Cada 15 y 16 de septiembre, los mexicanos recuerdan el heroísmo de los nativos y criollos que, en 1810, se alzaron en armas tras más de tres siglos de ocupación colonial.

El contexto que precedió al Grito de Dolores se gestó entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. En el entonces Virreinato de Nueva España —que abarcaba desde lo que hoy es Costa Rica hasta la frontera norte con Estados Unidos—, las ideas de la Ilustración europea, centradas en la libertad, igualdad y derechos individuales, calaron hondo entre la población. Los intelectuales criollos comenzaron a cuestionar el sistema colonial y a solicitar reformas a la Corona, preparando el terreno para la rebelión.

El 16 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo dio el histórico Grito de Dolores, iniciando la lucha por la independencia de México que culminaría en 1821 (Foto: Twitter)

Fue en Querétaro donde, en la primera década de 1800, surgió un movimiento conspirativo y clandestino que imaginaba nuevas formas de gobierno y la liberación definitiva del yugo español. Sin embargo, la independencia de México no fue inmediata: la consumación llegó más de una década después, en 1821, tras múltiples acontecimientos que marcaron la historia del país.

El contexto internacional también influyó en el proceso: a inicios del siglo XIX, España se encontraba debilitada tras la invasión de Napoleón Bonaparte y la colocación de su hermano José I en el trono, mientras Fernando VII permanecía prisionero en Bayona. Esta situación debilitó al Imperio español y favoreció que varias colonias americanas lograran su independencia durante el siglo XIX.

¿Por qué se celebra el 16 de septiembre?

El 16 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo dio el histórico Grito de Dolores, iniciando la lucha por la independencia de México que culminaría en 1821 (Foto: Twitter)

El 16 de septiembre de 1810, el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla, quien participaba en las reuniones clandestinas de Querétaro desde 1809, decidió actuar tras percibir que el Gobierno Virreinal conocía las conspiraciones. Tocó la campana de Dolores y pronunció el histórico Grito de Independencia, en el que exaltó la Virgen de Guadalupe, la Iglesia, la independencia y América, y condenó las injusticias y el mal gobierno.

A partir de ese momento, comenzó el levantamiento armado, que rápidamente se extendió a otras regiones. Líderes como José María Morelos, Juan Aldama y los hermanos González consolidaron la insurgencia. Morelos, en particular, encabezó la mayor parte del sur y centro del país y, en 1813, impulsó el Congreso de Chilpancingo, que redactó la primera Constitución del país, conocida como Constitución de Apatzingán, estableciendo la división de poderes y el derecho al voto masculino.

El proceso de independencia continuó con la participación de Agustín de Iturbide, un militar realista que se unió a la causa insurgente mediante el Plan de Iguala en 1821, creando el Ejército Trigarante. Este plan garantizaba la Religión, la Independencia y la Unión, pilares fundamentales que culminaron con la entrada triunfal del ejército a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821 y la firma del Acta de Independencia del Imperio Mexicano al día siguiente.

Celebración del Día de la Independencia

El 16 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo dio el histórico Grito de Dolores, iniciando la lucha por la independencia de México que culminaría en 1821 (Foto: Twitter)

La conmemoración oficial del 16 de septiembre comenzó en 1825 bajo el mandato de Guadalupe Victoria, primer presidente de México. Más tarde, en 1896, Porfirio Díaz trasladó la campana de Dolores al Palacio Nacional para tocarla personalmente durante la festividad, estableciendo la tradición que perdura hasta hoy.

Cada 15 y 16 de septiembre, el Grito de Dolores se repite en todo el país. Funcionarios del Gobierno portan la bandera nacional, hacen sonar la campana y entonan el Himno Nacional Mexicano, marcando el inicio de una verbena popular que se extiende no solo en México, sino también entre comunidades mexicanas alrededor del mundo.

Aunque algunas personas asocian erróneamente la independencia de México con el 5 de mayo, esa fecha recuerda la Batalla de Puebla de 1862 y no el inicio de la liberación contra España. El verdadero símbolo de emancipación nacional sigue siendo el Grito de Dolores, que recuerda el coraje y la visión de los primeros insurgentes mexicanos.