Igual y el cambiecito ya no alcanza para el ‘chesco’ luego de que el Paquete Económico 2026 contempla un alza en los impuestos a estas bebidas azucaradas, pero no es del todo negativo porque dejar de tomar refresco puede tener beneficios para la salud.

Aunque existen diferentes tipos de gaseosas, la mayoría de ellas contienen azúcares añadidos (o edulcorantes) que perjudican a tu cuerpo, especialmente si se consumen en exceso.

El Paquete Económico contempla un aumento de impuestos a los refrescos. (Foto: Shutterstock)

¿Qué pasa si dejo de tomar refresco?

Tomar un vaso o una botella de refresco de vez en cuando quizá no sea dañino para tu organismo (recuerda todo con moderación), pero si el consumo es constante y sobre todo en demasía, entonces te expones a diferentes efectos secundarios causados por el ‘chesco’.

Disminuye el riesgo de padecer enfermedades en el corazón

La Universidad de Harvard realizó un estudio donde explicó que el tomar un refresco diario (y de otras bebidas azucaradas) incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Los problemas de salud para el corazón incrementan en un 18% cuando se consume una dosis de este tipo de bebida al día, sin importar si se realiza actividad física moderada.

En el caso de consumir dos o más refrescos de manera cotidiana, entonces este porcentaje de riesgo incrementa al 21% aunque se cumplan los 150 minutos de ejercicio semanal recomendado por los CDC.

Por si eso fuera poco, las bebidas azucaradas generan partículas de colesterol de baja densidad (colesterol malo) en el torrente sanguíneo, lo cual, según Medline Plus, causa el endurecimiento y estrechez de las arterias, lo que afecta o bloquea el flujo de sangre al corazón y causa desde una angina de pecho hasta un ataque cardiaco.

Puedes bajar de peso

De acuerdo con Healthline, los azúcares añadidos que contiene el ‘chesco’ son ‘calorías vacías’, es decir, que no quitan el hambre ni generan una sensación de saciedad, lo que conlleva comer más y se traduce como un incremento de peso.

Otro de los problemas que se generan por la ingesta de esta bebida es que ese exceso de azúcar se convierta en grasa.

El consumo de refresco incrementa el peso, en promedio 2 kilos al año (en promedio), si se consume de manera constante, además no contienen nutrientes benéficos para tu cuerpo.

Los refrescos incrementan el riesgo de enfermedades cardiacas. (Foto: Shutterstock)

Reduce riesgo de enfermedades crónicas y padecimientos en el cuerpo

El tomar refresco constantemente ocasiona diferentes enfermedades crónicas y padecimientos, por ejemplo el daño hepático, esto debido a que el exceso de azúcar (fructosa) en el cuerpo solo lo metaboliza el hígado y la sobrecarga puede afectar sus funciones.

Además de que el exceso también causa hígado graso y eso libera partículas de triglicéridos al torrente sanguíneo, explicó Healthline.

El tomar este tipo de bebida no alcohólica puede causar una resistencia a la insulina, que sumado al exceso de azúcar en la sangre, se incrementa el riesgo de padecer Diabetes tipo 2.

Refuerzas la salud de tus dientes

El refresco es una bebida que contiene ácido fosfórico y carbónico que modifican el pH de tu boca y generan un mayor riesgo de padecer caries.

Además, la mezcla de los ácidos con los azúcares añadidos proporcionan un ambiente ‘perfecto’ para la proliferación de las bacterias en la boca, explicó Healthline, así que al evitar su consumo, disminuyes el riesgo de tener padecimientos dentales.

El azúcar y la cafeína del refresco pueden generar adicción. (Foto: Shutterstock).

¿El refresco es adictivo?

Los refrescos contienen cafeína y azúcares, dos ingredientes que causan adicción en los consumidores, explicó la National Libary of Medicine, perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés).

En un estudio realizado por la dependencia se obtuvieron resultados donde se indica que los participantes en el análisis mostraron síntomas de abstinencia luego de 3 días de no consumir un ‘chesco’.

¿Es mejor tomar refresco de dieta?

Cleveland Clinic reveló que el tomar refrescos de dieta con edulcorantes en lugar de azúcar, no ayuda con la salud.

Esto porque su consumo incentiva al cerebro un deseo de beber o comer alimentos ricos en calorías y a su vez incrementar el riesgo de aumentar de peso.

Además, ‘engañas’ al cerebro porque luego de beber este tipo de refresco se libera insulina y eso puede causar una resistencia a la misma, lo que se traduce en un incremento de riesgo de padecer Diabetes tipo 2.