La primera sala del tribunal alcanzó este jueves la mayoría de votos necesarios —tres de cinco magistrados— para responsabilizar al exmandatario ultraderechista de 70 años de cinco delitos, entre ellos intento de golpe, abolición violenta del Estado de derecho, pertenencia a organización criminal y daños al patrimonio público. La decisión sobre la pena se prevé para este viernes.

Un plan sistemático contra la democracia
Según la jueza Carmen Lúcia Antunes Rocha, cuyo voto resultó decisivo, Bolsonaro y un grupo de colaboradores cercanos “llevaron a cabo un plan progresivo de ataque a las instituciones democráticas con el objetivo de minar la alternancia de poder y neutralizar al poder judicial”.
El juez instructor Alexandre de Moraes, considerado uno de los blancos principales de la conspiración, argumentó que el expresidente reclutó a militares y civiles de máxima confianza para sostener un “proyecto autoritario de poder”. Entre las acciones identificadas se incluyen la descalificación del sistema electoral, acusaciones infundadas de fraude, amenazas contra autoridades judiciales y un borrador para anular los comicios.

“Lo ocurrido el 8 de enero de 2023 no fue un acto espontáneo ni una manifestación aislada, sino un intento de golpe organizado”, subrayó Moraes, en referencia a la invasión del Congreso, el palacio presidencial y el Supremo por simpatizantes bolsonaristas, un episodio comparado con el asalto al Capitolio en Washington.
Un juicio seguido con expectación nacional
Ni Bolsonaro ni los otros siete acusados —entre ellos tres generales, un almirante, un teniente coronel y dos civiles— asistieron a la sala. El expresidente, bajo arresto domiciliario, siguió la sesión desde su residencia en Brasilia.
La transmisión en directo del proceso, considerado el más relevante de las últimas décadas, mantuvo en vilo a millones de brasileños. La seguridad en torno al tribunal fue reforzada al máximo y la cobertura mediática convirtió el juicio en un acontecimiento político y judicial sin precedentes.
El único voto favorable a la absolución provino del juez Luiz Fux, quien cuestionó la competencia del Supremo y pidió anular el proceso por falta de pruebas concluyentes.

El Supremo Tribunal Federal declaró culpable a Bolsonaro por conspirar contra la democracia; la pena será definida este viernes en Brasilia (Foto: Twitter)
Consecuencias políticas y presiones externas
La condena inhabilita a Bolsonaro hasta 2030, lo que no le ha impedido consolidarse como líder de la oposición a Lula. Su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, denunció en redes sociales que “los pilares de la democracia han sido violados para condenar a un inocente”.
El proceso ha tensado además la relación con Estados Unidos. Donald Trump, aliado político de Bolsonaro, calificó el juicio de persecución y sancionó a jueces brasileños, incluyendo medidas contra Moraes.
De confirmarse las penas, los delitos imputados podrían significar hasta 43 años de prisión. El tribunal deberá decidir si el expresidente cumple condena en su domicilio, en un centro de detención especial o en un cuartel militar.