Apaseo el Grande, Guanajuato.- El Señor de las Tres Caídas, una imagen venerada en un templo de México, ha cautivado la fe y la imaginación de muchos creyentes, quienes afirman presenciar fenómenos inexplicables en torno a la figura sagrada.
Según la tradición, cada 1 de enero, durante los miércoles, jueves y viernes de Semana Santa, y en el tercer domingo de julio, la imagen sale del templo en una procesión que congrega a fieles de todas partes.
¿Cuál es el origen de esta tradición?
El origen de la imagen es enigmático, pero los cronistas locales cuentan una historia que se remonta a hace más de 300 años. Según esta narración, unos arrieros olvidaron la figura en una caja en un mesón. Después de un tiempo, al ver que nadie reclamaba el objeto, el encargado del mesón decidió entregarlo al templo.
Otra leyenda sugiere que la imagen estaba tan deteriorada en un momento dado, que un sacerdote ordenó restaurarla. Un hombre pasó tres días encerrado en una habitación, solicitando que no lo molestaran y recibiendo alimentos a través de un hueco en la puerta. Al tercer día, cuando la habitación fue abierta, el hombre había desaparecido, pero la imagen estaba restaurada.
La devoción hacia el Señor de las Tres Caídas está marcada por numerosos relatos de milagros. Cada año, la imagen es vestida con nueva ropa, y la ropa retirada se corta en pequeños trozos para entregar a los fieles, quienes creen en su poder divino.
Se dice que personas han sido curadas de cáncer, han solucionado problemas financieros, han sido protegidas de enemigos, han encontrado trabajo o han tenido buenas cosechas, entre otros milagros atribuidos a esta reliquia.
Así se vivió en Apaseo el Grande
Vladimir Martínez, encargado del cuidado de la imagen, ha compartido que algunos visitantes aseguran ver detalles vivos en la imagen, como sudor o lágrimas, aunque él mismo no puede verlos. También ha observado que cada Viernes Santo, durante el viacrucis, el color de la imagen parece cambiar, volviéndose más oscuro al final del recorrido, como si estuviera quemado por el sol.
A pesar de los fenómenos inexplicables que rodean al Señor de las Tres Caídas, lo más importante para los creyentes es la fe que los lleva a viajar desde lejos para agradecer o pedir favores.
Aunque la imagen solo sale del templo en fechas específicas, permanece expuesta al interior durante el resto del año, atrayendo a fieles en busca de consuelo, esperanza y milagros.
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