Guanajuato, Gto.- Una bolsa de basura arrugada y una fila de ladrillos son dos piezas que integran una colección artística que se exhibe en los pasillos del Congreso del Estado. Los dos piezas han causado polémica porque su valor artístico es cuestionado y éstas no fueron censuradas a diferencia de las pinturas de la artista Natalia Barajas.

“Presentación al templo de Paco”, es el nombre de la exposición que presentó un colectivo que expone en Torre Andrade, ubicada en la ciudad de León. De dicha exposición, han destacado dos obras entre los asistentes al Congreso, pero no por causar maravilla entre los espectadores. Una de ellas es de la autoría de Camila Barba, titulado “Pantalón arrugado sobre 10, 9, 8 ladrillos”.

La obra ha sido señalada por carecer de valor artístico
La obra ha sido señalada por carecer de valor artístico, por su simpleza y porque tiene poco nivel de transformación, desde los elementos que la conforman, hasta su presentación como parte de una muestra validada por el centro cultural que costea el poder legislativo La instalación tiene 26 ladrillos en tres hileras y en la parte de arriba, una pieza de cerámica.

Los ladrillos no están intervenidos, ni pintados; simplemente están acomodados en filas. La segunda pieza es atribuida a Mauricio Benitez, titulada “Transformación extendida” y en la explicación indica que se trata de bolsas de plástico estiradas manualmente.

Ésta se exhibe en el muro del pasillo entre los salones 1 y 2 de usos múltiples. A la distancia se ven como bolsas de basura colgadas y al acercarse, se nota que han sido estiradas. Las bolsas tampoco presentan ninguna intervención y, de la misma manera que la anterior, no es evidente que el trabajo de convertirla en una “obra de arte” haya pasado por un proceso de transformación complejo. “¿Esto qué, a poco es una pieza de arte?”, dijo un visitante mientras veía la pieza hecha por hileras de ladrillos. La diputada Ruth Tiscareño Agoitia confesó que no veía mucho propósito en la pieza de los ladrillos, pero opinó que la de la bolsa sí tenía un proceso de transformación en el que se nota la mano del artista.

Éstas dos piezas, una hecha con ladrillos y otra con bolsas de basura, tuvieron preferencia por encima de las pinturas “La Diosa de la Fertilidad” y “Diosa Maya” de la pintora Natalia Barajas. El pecado de ésta artista fue presentar a dos mujeres con los senos descubiertos y la desnudez femenina provocó que el Congreso de Estado le censurara esas dos piezas. Tanto la obra de Natalia Barajas, como la del colectivo Torre Andrade se encuentran expuestas en el recinto legislativo desde el pasado 19 de agosto, aunque ésta última sí está completa.