León, Guanajuato.- Con un llamado a no permanecer indiferentes frente a lo que la comunidad internacional ya ha calificado como un genocidio, más de 150 personas solidarias con la situación en Gaza tomaron la calle Madero de León, en medio del tráfico, para protestar contra el asedio y el reciente secuestro de siete personas originarias de México que viajaban en la flotilla internacional Sumud.

La protesta contra el bloqueo a la ayuda humanitaria que llevaba la flotilla también incluyó un llamado a la alcaldesa Alejandra Gutiérrez Campos a romper relaciones diplomáticas con el Estado de Israel, recordando que a principios de este año se llevó a cabo un evento en la sala de Cabildos en donde el municipio de León firmó un acuerdo de declaración de intención con Israel para estrechar lazos de hermanamiento e intercambiar buenas prácticas en política pública.

“Esta también es una protesta en contra de la alcaldesa Alejandra Gutiérrez, ya que el pasado 20 de enero firmó una declaración de intención con el gobierno de Israel. Prácticamente, a espaldas de la ciudadanía, firma un acuerdo de cooperación en temas de seguridad, manejo del agua, medio ambiente y economía con un Estado acusado ante la Corte Penal Internacional por genocidio y crímenes de lesa humanidad. Nos parece ilegal e inhumano que la alcaldesa firme acuerdos con un Estado acusado de genocidio”, expresaron los manifestantes en un posicionamiento leído frente a la Presidencia municipal, donde se acordó el punto de reunión de la marcha.
Alrededor de las 18:30 horas se concentraron los primeros manifestantes, formando un grupo de aproximadamente 40 personas que colocaron banderas palestinas, poemas y mantas denunciando “no es guerra, es un genocidio”, mientras con un megáfono exponían la situación internacional ante los transeúntes.

Conforme el contingente avanzaba por la calle Madero para llegar al punto final en el Puente del Amor, el número de participantes fue creciendo mientras cortaban el tráfico vehicular y eran grabados por curiosos que se asomaban desde los bares y locales de ramen instalados sobre la emblemática calle del centro histórico.


Pese al corte de calle inesperado y algunos claxonazos desesperados por el embotellamiento, la mayoría de las personas que presenciaron la marcha no les hizo ningún reproche, al darse cuenta de la intención de la manifestación y exclamando “es por lo que está pasando en Gaza”.