Entrevistado por el periodista Ciro Gómez Leyva, López Hernández enfatizó que, de haber existido alguna señal o indicio, lo habría separado del cargo de manera inmediata.
“No sospeché; si hubiese sospechado de él, inmediatamente lo hubiésemos separado del cargo”, subrayó.

El exgobernador destacó que durante su administración se redujeron los índices delictivos en Tabasco.
“Cuando llegamos en enero de 2019, el estado ocupaba el lugar número 8 en delincuencia, pero fuimos mejorando. Todos los días acudíamos a la mesa de seguridad, ahí se presentaban los informes y trabajábamos de forma coordinada”, explicó.
Respecto a la situación legal de Bermúdez Requena, quien es investigado por presuntos vínculos con el crimen y por ocultamiento de bienes, López Hernández aseguró no haber sido requerido por ninguna autoridad hasta ahora, pero reiteró su disposición total para colaborar en caso de ser llamado.
“Como cualquier funcionario público, estoy a la disposición de alguna autoridad que solicite de mí alguna declaración o una comparecencia”, manifestó. Afirmó también que existe “mucha desinformación, mucha politiquería” y recordó que el viernes pasado emitió un comunicado reiterando su disposición para cooperar con las investigaciones.

López Hernández también compartió que eligió a Hernán Bermúdez para sustituir a Ángel Mario Martínez como titular de Seguridad en Tabasco, luego de que este último decidiera renunciar por la tensión del cargo.
Cuestionado sobre su conocimiento del grupo criminal conocido como “La Barredora”, el exsecretario de Gobernación aseguró que jamás escuchó sobre esa organización mientras estuvo en Tabasco.
“Lo escuché por primera ocasión a raíz de unas supuestas filtraciones, de un supuesto hackeo que se llama Guacamaya Leaks”, indicó.

Finalmente, se negó a emitir una opinión directa sobre los señalamientos contra Bermúdez Requena o sobre las actividades del presunto grupo delictivo.
“Prefiero no prejuzgar. Que sean las autoridades quienes determinen las responsabilidades”, concluyó.