Ciudad de México, México.– El COVID-19 vuelve a acaparar la atención global con el surgimiento de una nueva variante preocupante, la KP.3, dentro del grupo conocido como FLiRT, caracterizado por mutaciones que desafían los esfuerzos de control epidemiológico.

Esta nueva cepa presenta un incremento del 20% en la capacidad de contagio respecto a su antecesora más común, la JN.1, lo que ha generado inquietud entre las autoridades sanitarias.

 
Esta mutación es un 20% más contagiosa que la anterior, aunque los riesgos siguen siendo los mismos que los de la variante Ómicron. (Foto: Twitter)

El repunte reciente de casos se atribuye en parte al aumento de interacciones sociales tras un periodo de aparente estabilidad. Sin embargo, la presencia de la KP.3 ha exacerbado la situación, justo antes de la confluencia de dos eventos masivos este verano: la Eurocopa de fútbol y los Juegos Olímpicos de París. Estos encuentros multitudinarios, junto con las altas temperaturas estivales que favorecen la propagación viral, son considerados factores críticos para el aumento de contagios.

Además, un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ha revelado la presencia significativa del virus en aguas residuales en diversas zonas de Estados Unidos, un indicativo preocupante de la propagación comunitaria. Este hallazgo subraya la necesidad de medidas preventivas rigurosas y vigilancia continua a nivel global.

La detección inicial de la variante KP.3 en España, específicamente en Cádiz a finales de marzo, sugiere que esta cepa es la principal responsable del aumento reciente de casos en varias regiones.

A pesar de las primeras respuestas locales, como el uso obligatorio de mascarillas en centros sanitarios en Extremadura y las recomendaciones del Ministerio de Sanidad español para grupos vulnerables, la respuesta internacional aún espera una evaluación de riesgo por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 
Esta mutación es un 20% más contagiosa que la anterior, aunque los riesgos siguen siendo los mismos que los de la variante Ómicron. (Foto: Twitter)

En términos numéricos, España ha experimentado un alarmante incremento en la incidencia de casos, pasando de 26 casos por cada 100,000 habitantes en mayo a 108 casos por cada 100,000 habitantes a principios de junio. Esta tendencia ascendente refuerza la necesidad urgente de medidas preventivas y de control eficaces.

¿Cuáles son los síntomas de la variante KP.3?

Aunque se confía en que las vacunas actuales puedan proporcionar cierta protección contra la KP.3, aún falta recabar más datos para asegurar su efectividad completa.

 
Esta mutación es un 20% más contagiosa que la anterior, aunque los riesgos siguen siendo los mismos que los de la variante Ómicron. (Foto: Twitter)

Los síntomas asociados a esta variante son similares a los del COVID19 conocido, incluyendo malestar general, dolor de garganta, fiebre, tos, dolores musculares, pérdida del gusto y del olfato.

Ante esta situación, se enfatiza la importancia de mantener medidas de higiene estrictas, como el uso de mascarillas, el lavado frecuente de manos y la ventilación adecuada de espacios cerrados, para mitigar el riesgo de propagación. La vigilancia constante y la colaboración internacional son clave para enfrentar los desafíos que plantea la evolución del virus en el contexto actual.

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