Monclova, Coahuila. – Altos Hornos de México (AHMSA), una de las principales siderúrgicas del país, fue declarada en quiebra por el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Concursos Mercantiles, con sede en la Ciudad de México.

La empresa, fundada en 1942 y que llegó a ser la mayor productora de acero en México, atraviesa ahora un proceso judicial que ha dejado a unos 20 mil trabajadores, muchos de ellos de alta especialidad, en una situación de total incertidumbre. La resolución judicial también ordenó la venta de la compañía para intentar sanear su situación financiera.

 
La quiebra de AHMSA deja a 20 mil trabajadores en la incertidumbre, mientras la empresa enfrenta una deuda de más de 56 mil millones de pesos (Foto: Twitter)

La decisión fue tomada por la Jueza Ruth Huerta García, quien destacó que AHMSA no había logrado llegar a un acuerdo de reestructura con sus acreedores en el plazo de un año estipulado, lo que desencadenó la quiebra formal de la empresa.

Según el fallo, AHMSA enfrenta una deuda superior a los 56 mil millones de pesos, de los cuales aproximadamente 650 millones de dólares se deben a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Petróleos Mexicanos (Pemex), y los propios trabajadores.

“La capacidad de ejercicio de la comerciante AHMSA sobre los bienes y derechos que integran la masa será suspendida, y los bienes serán administrados por el síndico, quien tendrá amplias facultades para gestionar el proceso conforme a la ley”, expresó la Jueza en su resolución.

La crisis de AHMSA: Los malos manejos y la deuda histórica

 
La quiebra de AHMSA deja a 20 mil trabajadores en la incertidumbre, mientras la empresa enfrenta una deuda de más de 56 mil millones de pesos (Foto: Twitter)

El proceso de quiebra de AHMSA se ha visto marcado por una serie de eventos financieros y legales que incluyen prácticas de corrupción a gran escala. En 2019, el entonces presidente de la compañía, Alonso Ancira Elizondo, fue detenido en España por un escándalo relacionado con la venta de la planta de fertilizantes Agronitrogenados a Pemex, en lo que se considera un sobreprecio millonario de unos 500 millones de dólares. Este caso, que involucra a altos exfuncionarios de Pemex como Emilio Lozoya, generó una crisis de confianza en la empresa y marcó el inicio de su declive.

Alonso Ancira fue acusado de lavado de dinero y de haber sobornado a Lozoya para obtener beneficios a través de transacciones que perjudicaron gravemente a la empresa estatal y al erario público. A pesar de las investigaciones en su contra, Ancira continuó al frente de AHMSA hasta 2023, cuando finalmente renunció a la presidencia de la empresa y se comprometió a alejarse de la gestión de la compañía.

La crisis se agravó en 2020, cuando AHMSA solicitó apoyo al gobierno mexicano para renegociar sus deudas, pero los esfuerzos no fueron suficientes para evitar la quiebra.

El panorama laboral también se complicó, ya que más de 20 mil empleados, muchos de los cuales trabajaron durante años en la siderúrgica y sus minas, se encuentran ahora sin empleo y sin certeza sobre su futuro. Además, algunos trabajadores ya han muerto esperando el pago de sus liquidaciones.

La situación actual y los planes de venta

La situación financiera de AHMSA es crítica, y la venta de la empresa es ahora la única opción viable para intentar salvar una parte de su patrimonio y cubrir, al menos parcialmente, las deudas pendientes.

Para reactivar sus operaciones, AHMSA requería una inversión cercana a los 900 millones de dólares, de los cuales 650 millones serían destinados a pagar a sus acreedores más inmediatos, incluidos CFE, Pemex y los trabajadores afectados.

 
La quiebra de AHMSA deja a 20 mil trabajadores en la incertidumbre, mientras la empresa enfrenta una deuda de más de 56 mil millones de pesos (Foto: Twitter)

A lo largo de los años, AHMSA fue un símbolo del poder industrial mexicano, pero los manejos cuestionables de Alonso Ancira y sus problemas financieros arruinaron la que alguna vez fue la joya de la siderurgia nacional. La privatización de la compañía en 1991, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, a un precio muy por debajo de su valor real, marcó el inicio de una serie de decisiones que deterioraron la estabilidad de la empresa.

Dejará más de 20 mil desempleados

El cierre de AHMSA tendría un impacto devastador no solo para los trabajadores directos, sino también para las miles de personas que dependen indirectamente de la siderúrgica en el estado de Coahuila. A la pérdida de empleo se suma la incertidumbre de los trabajadores por el pago de sus indemnizaciones, muchas de las cuales aún están pendientes desde hace años.

En los últimos meses, la situación de AHMSA se ha convertido en un tema de debate nacional, ya que su colapso resalta la necesidad de reformar las políticas económicas del país y mejorar los mecanismos de control en las empresas privatizadas. Mientras tanto, los trabajadores y sus familias siguen a la espera de una solución que les permita salir del limbo en el que se encuentran.

El futuro de AHMSA sigue siendo incierto, pero lo que es claro es que la empresa está viviendo sus horas más oscuras. Con la venta en el horizonte, los empleados y las autoridades tienen la esperanza de que un nuevo propietario pueda darle un respiro a la siderúrgica y salvar al menos parte de los empleos en la región.