Ciudad de México, México.– En sesión extraordinaria celebrada este lunes, el Senado de la República aprobó, en lo general y en lo particular, la nueva Ley de la Guardia Nacional, con 75 votos a favor y poco más de 30 en contra, lo que representa un paso decisivo para el traspaso formal de la corporación a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

La legislación —derivada de una iniciativa presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo— contempla la reorganización estructural, operativa y jurídica de la Guardia Nacional, además de autorizarla para realizar tareas de investigación e inteligencia para la prevención de delitos. Con la aprobación en el Senado, la nueva ley queda lista para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y entrará en vigor al día siguiente de dicha publicación, según lo estipula el propio texto legislativo.
¿Qué establece la nueva Ley de la Guardia Nacional?

La nueva norma consta de 96 artículos agrupados en siete títulos. Entre sus disposiciones principales, se contempla que la Guardia Nacional esté compuesta tanto por elementos del Ejército y la Fuerza Aérea como por civiles de confianza. La institución tendrá como misión principal realizar labores de seguridad pública, con el fin de salvaguardar la vida, integridad, derechos y bienes de la población, además de preservar el orden público y la paz social.
Uno de los puntos más destacados es que la Guardia Nacional estará facultada para realizar investigaciones, trabajos de inteligencia y operaciones encubiertas, siempre con fines preventivos. También se le asigna un nuevo esquema de mando: la comandancia será ocupada por un General de División, propuesto por el titular de la Sedena y nombrado por la Presidenta de la República.
Reformas adicionales
La aprobación de esta nueva legislación incluye también modificaciones a ocho leyes y códigos militares, como la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea, el Código de Justicia Militar y la Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas. Estos cambios buscan homologar las atribuciones y responsabilidades del personal que ahora formará parte de la Guardia Nacional bajo control de la Sedena.
Debate y posturas encontradas

Durante la sesión, el senador de Morena, Luis Fernando Salazar Fernández, defendió el proyecto al señalar que la inseguridad que vive el país es producto de “herencias” de gobiernos anteriores, y que la Cuarta Transformación está comprometida con atacar las causas estructurales del delito.
“El reto es consolidar a la Guardia Nacional como una fuerza sólida y permanente”, subrayó.
Por el contrario, el panista Enrique Vargas del Villar expresó su desacuerdo con el enfoque de la reforma, argumentando que la militarización no resuelve la crisis de inseguridad, especialmente en los más de 700 municipios del país que carecen de policía local.
“El Ejército no puede ser la policía de barrio”, advirtió.
Desde el Partido Verde, Luis Alfonso Silva Romo respaldó la aprobación de la Ley, al considerarla una herramienta legal que refuerza la capacidad del Estado frente al crimen organizado, pero bajo una conducción civil encabezada por la presidenta Sheinbaum.