Ciudad de México, México.– La Global Sumud Flotilla (GSF), considerada hasta ahora la misión marítima más ambiciosa hacia Gaza, zarpó a finales de agosto de 2025 desde diversos puertos internacionales con un objetivo claro: desafiar el bloqueo impuesto por Israel y visibilizar la crisis humanitaria que vive el enclave palestino.

La flotilla está integrada por cerca de mil participantes de más de 40 países, entre los que destacan la activista sueca Greta Thunberg, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau y el actor irlandés Liam Cunningham. Consta de 50 barcos bajo un solo mando y transporta unas 300 toneladas de ayuda humanitaria, principalmente alimentos, agua potable y medicinas.

La misión reúne a 1,000 activistas, entre ellos Greta Thunberg, y busca visibilizar la crisis humanitaria en Gaza pese al bloqueo israelí (Foto: Twitter)

El convoy recibió un cálido recibimiento durante su escala en Túnez el pasado 7 de septiembre, antes de continuar su trayecto rumbo a Gaza, adonde se prevé intente llegar en los próximos días. Sin embargo, la experiencia de flotillas anteriores sugiere que las embarcaciones serán interceptadas por las fuerzas israelíes antes de alcanzar su destino.

Bloqueo y contexto político

Israel mantiene un bloqueo naval desde 2007, tras la toma del poder por parte de Hamás en Gaza. El argumento oficial sostiene que la medida es necesaria para impedir el ingreso de armas al enclave. No obstante, organizaciones humanitarias y expertos en derecho internacional han denunciado que el bloqueo constituye un castigo colectivo ilegal, que ha agravado la ya crítica situación humanitaria, especialmente tras la guerra iniciada en octubre de 2023.

De acuerdo con cifras de la ONU y ONG internacionales, el conflicto ha dejado más de 63,000 palestinos muertos, incluidos 20,000 niños, además de denuncias de crímenes de guerra, limpieza étnica y uso deliberado del hambre como táctica militar.

“Las flotillas son un mensaje político y simbólico que busca mostrar que el asedio y la hambruna en Gaza no pueden normalizarse”, señaló a DW Amjad Iraqi, analista del International Crisis Group.

La misión reúne a 1,000 activistas, entre ellos Greta Thunberg, y busca visibilizar la crisis humanitaria en Gaza pese al bloqueo israelí (Foto: Twitter)

Aunque los suministros de la flotilla no alcanzan para cubrir las necesidades de la población gazatí, expertos consideran que el verdadero impacto está en la atención internacional que generan.

“Se trata de un recordatorio a los palestinos de que no están solos y de que existe una comunidad internacional atenta a su sufrimiento”, afirmó Nathan Brown, profesor de la Universidad George Washington.

El académico también advirtió sobre la frustración creciente entre los palestinos, que perciben que el orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial “se aplica para todos, menos para ellos”.

Antecedentes: una década de intentos frustrados

Desde 2010, ninguna flotilla ha logrado llegar a Gaza. La más recordada fue la incursión contra el Mavi Marmara en mayo de ese año, cuando un asalto israelí dejó diez activistas turcos muertos y provocó una crisis diplomática con Turquía.

Posteriormente, otras iniciativas como la Flotilla de la Libertad II (2011), el Barco de Mujeres a Gaza (2016) y la Flotilla Just Future for Palestine (2018) también fueron bloqueadas o confiscadas por la marina israelí. En varias de estas misiones, los participantes fueron detenidos y deportados.

La misión reúne a 1,000 activistas, entre ellos Greta Thunberg, y busca visibilizar la crisis humanitaria en Gaza pese al bloqueo israelí (Foto: Twitter)

En meses recientes, misiones como la Madleen y la Handala corrieron la misma suerte: barcos interceptados en aguas internacionales y activistas, entre ellos Greta Thunberg, detenidos y expulsados de Israel.

Mientras la flotilla avanza, gobiernos europeos como España, Francia y Eslovenia han intensificado sus críticas al bloqueo israelí, calificándolo de “insostenible”. En contraste, Estados Unidos y el gobierno de Benjamin Netanyahu defienden la medida y califican a las flotillas de “maniobras propagandísticas”.

“La división internacional sobre el tema es cada vez más profunda, y la Global Sumud Flotilla busca precisamente poner ese debate en el centro”, concluyó Brown.