De acuerdo con el dictamen, las bebidas saborizadas con azúcar pasarán de pagar 1.64 pesos a 3.08 pesos por litro, lo que representa un aumento de casi el 90%. En cambio, las bebidas preparadas con edulcorantes artificiales tendrán una cuota reducida de 1.5 pesos por litro, como parte del acuerdo entre el Gobierno Federal y la industria refresquera.
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“El objetivo es incentivar el consumo de productos más saludables”, explicó el diputado Carlos Alberto Puente Salas (PVEM), quien propuso la diferenciación entre bebidas con azúcar y con edulcorantes.
En cuanto al tabaco, el impuesto pasará del 160% al 200% para los cigarros, y del 30.4% al 32% para puros y tabacos artesanales. Además, la cuota específica por cigarro aumentará de 0.64 pesos en 2025 a 1.15 pesos en 2030, con ajustes anuales para mantener su valor frente a la inflación.
Esto significa que una cajetilla de 20 cigarros podría elevar su precio entre 10 y 15 pesos adicionales durante los próximos años, dependiendo de la marca.
La reforma también impacta a los videojuegos con contenido violento o para adultos, que por primera vez pagarán un impuesto del 8% sobre su venta o descarga, tanto en formato físico como digital. El gravamen aplicará también a las membresías o servicios que ofrezcan acceso a este tipo de contenido.
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Asimismo, los juegos y apuestas incrementarán su tasa del IEPS del 30 al 50%, afectando también a plataformas en línea, nacionales y extranjeras.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo impulsó esta medida dentro del Paquete Económico 2026, con el argumento de que busca proteger la salud pública y fomentar el consumo responsable, más que solo recaudar.
“No se trata de recaudar por recaudar, sino de corregir sesgos y daños sociales que pagaron las familias mexicanas”, afirmó la diputada Beatriz Milland Pérez (Morena).
Con esta reforma, los consumidores deberán prepararse para refrescos más caros, tabaco con impuestos más altos y videojuegos gravados, mientras el gobierno proyecta una mayor recaudación fiscal con enfoque en salud y prevención.