Celaya, Guanajuato.- Previo al gran festejo de la patrona de Celaya, la Virgen de la Purísima Concepción, este sábado la imagen fue bajada del nicho ubicado en la parte alta del altar principal del Templo de San Francisco, para que los celayenses acudan, la visiten, oren y formen parte de la celebración.
La gran fiesta será el próximo lunes 8 de diciembre, pero ya desde este sábado decenas de feligreses acudieron a observar la bajada de la Virgen, que estará expuesta en el altar del templo hasta el lunes por la noche, cuando nuevamente la suban.
Durante el acto solemne se pidió por los celayenses, la tranquilidad, la paz y la seguridad del municipio, así como por las necesidades de la ciudad.

El próximo 8 de diciembre es la magna celebración; para muchos celayenses es un día de fiesta y júbilo; incluso ese día no hay clases en las escuelas y los empleados municipales no trabajan.
El domingo 7, a las 19:00 horas, se realizará El Panegírico, acompañado por el Conservatorio de Música; y el lunes 8, a las 5:00 de la mañana, se cantarán las mañanitas a la Virgen y habrá misas a las 6, 7, 8, 9 y 10 horas. La Misa Solemne será a las 12:30, presidida por el obispo Víctor Aguilar Ledesma.
También el día 8, a las 18:00 horas, será la procesión de la Virgen por el andador Góngora, el Jardín Principal, la calle Morelos y la Calzada Independencia. Los padres franciscanos invitaron a los celayenses a acudir para sentir la protección de la Purísima Concepción y pedir por la mejoría del municipio y de sus vidas.
Fernando Amate, cronista de la ciudad, explicó que aunque la fundación de Celaya se dio en 1570, fue hasta alrededor de 1573 cuando comenzó el culto a la Purísima Concepción, coincidiendo con la llegada de los primeros frailes franciscanos, quienes iniciaron labores de evangelización.
Amate relató que, aunque los sacerdotes franciscanos promovieron desde su llegada la devoción a la Virgen de la Purísima Concepción, fue Martín Ortega y su esposa Magdalena de la Cruz quienes mandaron traer una imagen desde España, la cual costó 350 pesos —una suma considerable en ese tiempo—, con la finalidad de que los celayenses tuvieran una representación física de la deidad.

Desde la fundación de la ciudad en 1570, la Virgen de la Purísima Concepción se convirtió en la patrona de Celaya; desde entonces, esta advocación de la Virgen María ha dado identidad al municipio, es parte de la historia de los celayenses, aparece en el escudo y en el nombre original de la ciudad: Virgen de la Purísima Concepción de Zalaya.
El cronista Fernando Amate señaló que aunque el culto y el fervor han disminuido, la Virgen de la Purísima Concepción continúa siendo símbolo de identidad, patrimonio y cultura de Celaya, independientemente de la religión.
Con base en documentos originales que se guardan en el archivo del convento de San Francisco, se desprende que la imagen de la patrona principal de esta ciudad fue traída de España a finales del siglo XVI y que desde los inicios de la población, tanto en documentos oficiales como en correspondencia privada, se mencionaba a esta ciudad como “Celaya de la Purísima Concepción”.
El título “de la Purísima Concepción” se utilizó en todos los documentos civiles desde la fundación de la ciudad hasta la promulgación de las Leyes de Reforma.
Cien años después de la llegada de la Virgen a Celaya se celebraban fiestas solemnísimas cada 8 de diciembre.

Mario Eduardo Torres Godínez, presidente de los Diputados que custodian a la Virgen de la Purísima Concepción, señaló que la imagen, la fiesta y la veneración deberían ser consideradas patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
