Ciudad de México, México.- La desaparición de Judith Alejandra, una bebé de apenas un mes de nacida, mantuvo en alerta a todo Durango durante más de 22 horas. La menor fue localizada con vida envuelta en una sábana blanca en un espacio público de la ciudad, luego de una intensa búsqueda encabezada por autoridades y ciudadanía.

La recién nacida había sido sustraída del Hospital Materno Infantil la tarde del jueves por una mujer que, según las primeras investigaciones, habría ingresado disfrazada de personal médico. El caso ha generado indignación y preocupación por las deficiencias en los protocolos de seguridad dentro de los hospitales públicos.

Judith Alejandra, de un mes de edad, fue hallada con vida tras ser sustraída del hospital en Durango; el caso revela fallas en la seguridad médica (Foto: Twitter)

Judith Alejandra, quien nació prematura y padece un problema hepático, se encontraba en condición delicada de salud. Una mujer que la encontró dio aviso al 911 y la trasladó a una clínica privada, donde recibió atención médica oportuna.

El gobernador de Durango, Esteban Villegas Villarreal, confirmó que la bebé ya está con sus padres y agradeció la participación ciudadana.

“La prioridad ahora es la salud de la pequeña”, escribió en redes sociales.

Mientras tanto, la Fiscalía General del Estado mantiene activo un operativo con apoyo de la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para ubicar a la responsable, quien permanece prófuga.

La investigación busca determinar cómo la mujer logró vulnerar los controles internos del hospital y acceder al área de maternidad sin ser detectada, así como establecer posibles omisiones del personal de seguridad.

Judith Alejandra, de un mes de edad, fue hallada con vida tras ser sustraída del hospital en Durango; el caso revela fallas en la seguridad médica (Foto: Twitter)

Este caso ha reavivado el debate sobre la seguridad hospitalaria en México. Expertos en el tema advierten que persisten fallas en el control de acceso y en la capacitación del personal, especialmente en zonas críticas como neonatología. Entre 2018 y 2023 se han documentado varios casos similares en hospitales del país, lo que ha impulsado la creación de protocolos más estrictos, aunque las vulnerabilidades aún continúan.