En la última década, la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad para muchos gobiernos en América Latina. Con el fin de promover la construcción ecológica y minimizar el impacto ambiental del sector inmobiliario, diversas administraciones han implementado una serie de incentivos y bonificaciones.

Estas estrategias no solo buscan reducir las emisiones de carbono, sino también hacer que la construcción sostenible sea económicamente atractiva para desarrolladores y compradores. La certificación EDGE se destaca como una herramienta crucial en este contexto, proporcionando un estándar claro y alcanzable para proyectos sostenibles.

Incentivos gubernamentales en América Latina

Los gobiernos de América Latina han adoptado un enfoque multifacético para estimular la construcción sostenible. A través de bonificaciones y descuentos fiscales, los desarrolladores pueden compensar los costos adicionales asociados con la construcción ecológica. Aquí se presentan algunas de las estrategias más efectivas:

1. Incentivos tributarios a la propiedad

Ofrecer tasas de impuestos a la propiedad más bajas es una de las estrategias más comunes. Este incentivo permite a los desarrolladores recuperar parte de la inversión adicional que requiere la construcción sostenible. Por ejemplo, en Colombia, los proyectos que obtienen la certificación EDGE pueden beneficiarse de una exclusión del IVA del 19% y una deducción del 25% en impuestos sobre la renta.

2. Bonificaciones por densidad

Permitir a los desarrolladores aumentar la altura de sus edificios es otra estrategia efectiva. Esta medida no solo fomenta el uso eficiente del suelo, sino que también puede reducir los costos por unidad al aumentar el número total de unidades vendibles. En Perú, ciudades como Arequipa y Cusco ofrecen bonificaciones de altura basadas en la zona para proyectos que obtienen certificaciones como EDGE.

3. Procesos de permiso acelerados

Reducir el tiempo de espera para la obtención de permisos de construcción es una ventaja significativa para los desarrolladores. Los proyectos que cumplen con criterios sostenibles pueden recibir una atención prioritaria, lo que acelera su desarrollo y reduce los costos asociados con retrasos.

4. Reducción de tarifas de permiso y subvenciones

Eximir o reembolsar parcialmente las tarifas de permiso es otra manera de incentivar la construcción sostenible. Además, la concesión de subvenciones directas para proyectos que incorporan tecnologías sostenibles, como la energía solar, puede hacer que la certificación EDGE sea más accesible. En Argentina, por ejemplo, los desarrolladores pueden recibir una exclusión del IVA del 10% para proyectos que cumplan con ciertos criterios de sostenibilidad.

Certificación EDGE: Un estándar de sostenibilidad

La certificación EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies) es un estándar global que facilita la construcción de edificios ecológicos y asequibles. Desarrollada por la Corporación Financiera Internacional (IFC), parte del Grupo Banco Mundial, EDGE se centra en tres áreas clave: reducción del consumo de energía, agua y energía incorporada en los materiales de construcción.

Beneficios de la certificación EDGE

  • Reducción de Costos Operativos: Los edificios certificados con EDGE tienden a tener menores costos operativos debido a su eficiencia energética y menor consumo de agua.
  • Atracción de Inversiones: La certificación proporciona una garantía de sostenibilidad que atrae a inversores interesados en proyectos ecológicos.
  • Mejora de la Calidad de Vida: Los edificios EDGE ofrecen ambientes más saludables y cómodos para sus ocupantes.

Ejemplos de estrategias gubernamentales en México

México ha implementado una serie de estrategias gubernamentales para promover la construcción sostenible a través de la certificación EDGE. El gobierno mexicano ha facilitado el acceso a financiamiento mediante la emisión de bonos verdes, que permiten a desarrolladores y constructores obtener recursos para proyectos ecológicos.

Por ejemplo, CADU ha emitido bonos por 502.1 millones de pesos mexicanos destinados a edificios residenciales verdes, lo que demuestra un fuerte compromiso con la sostenibilidad. Además, Bancomext, el banco de desarrollo del país, ha financiado proyectos comerciales sostenibles con bonos que ascienden a 500 millones de dólares.

Estas iniciativas no solo fomentan la adopción de prácticas de construcción ecológicas, sino que también aseguran que los desarrolladores puedan beneficiarse de condiciones financieras favorables y atractivas.

Las bonificaciones y descuentos implementados por los gobiernos de América Latina están jugando un papel crucial en la promoción de la construcción sostenible. La certificación EDGE, con su enfoque en la eficiencia y la reducción de costos, se ha convertido en una herramienta clave para los desarrolladores que buscan beneficiarse de estos incentivos. Al adoptar estas estrategias, los países emergentes no solo avanzan hacia un futuro más sostenible, sino que también crean oportunidades de inversión atractivas y mejoran la calidad de vida de sus ciudadanos.

La transición hacia prácticas de construcción sostenibles es esencial para mitigar los efectos del cambio climático y promover un desarrollo urbano responsable. Con el apoyo de incentivos gubernamentales y el compromiso del sector privado, América Latina está bien posicionada para liderar este cambio hacia un futuro más verde y resiliente.

Más noticias:

Forex apalancado: Información, riesgos y consejos para conseguir una plataforma indicada

¿Cuáles son los organismos que regulan la industria del juego en México?

¿Qué hacer en Puerto Escondido?