Irapuato, Guanajuato.- Para muchos ganar un premio representa la alegría de ver el esfuerzo reconocido, para Bibiana Mendoza recibir el Premio de Derechos Humanos 2024 que otorga la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) será la oportunidad de decirle a los desaparecidos que siguen con vida: que hay un grupo de mujeres que siguen de pie y no se cansan de buscarlos, y a la sociedad: que no se necesita ser una ‘víctima perfecta’ para que valga  la pena como ser humano y tener derecho a ser buscado.

“La realidad es que hoy mis hijos tienen miedo porque saben que las desapariciones son una constante y que les desaparecieron a su tío Manuel, que su mamá puede ser asesinada por buscarlo, porque las autoridades no lo buscan”, ese es el verdadero significado del premio para Bibiana. 

 
Bibiana Mendoza, buscadora de Guanajuato. Foto: Nayeli García 

En el 50 aniversario del Premio de Derechos Humanos WOLA, la situación que atraviesa Guanajuato y todo el país se verá expresado por dos mujeres buscadoras, una de ellas la irapuatense Bibiana Mendoza, integrante del colectivo ‘Hasta Encontrarte’ que desde el 8 de enero del 2018 cuando su hermano Manuel fue desaparecido comenzó una búsqueda que la ha llevó al abandono de su familia, al miedo constante de sus hijos de saber que su mamá puede ser asesinada, pero también a tomar una ‘bandera’ que no pidió pero que sostiene con una fuerza admirable y la esperanza de ver un México.

“Cuando me dijeron (del premio) llore mucho. Es como ver la cara de mi hermano y decir: esto no debería de estar pasando. Cambiaría ese premio por una llamada de mi hermano diciéndome que me quiere, que vayamos a desayunar, que está trabajando, por escuchar su voz. Ese sería mi mayor premio volver a ver su sonrisa, ver a sus hijos completos, a mis hijos abrazando a su tío”, comentó Bibiana.

No solo desaparecen a una persona, desaparecen a una familia

Cuando Manuel desapreció, Bibiana estaba a punto de dar a luz a su hijo, un mes después de que nació su pequeño salió a los caminos de terracería, a los cerros a cualquier lugar para ver si lo habían dejado tirado por ahí.

“Me arrebataron la familia y mis posibilidades de ser una mamá, sino de tiempo completo, sí una mamá que estuviera más presente, porque buscar también es abandonar otras cosas. Más allá de que la familia me haya dejado sola en la búsqueda, la gente tiene miedo, tiene un miedo bien fundado que a mí me pueda pasar algo, pero siento que se lo debo a mi hermano”, compartió.

Los años más bonitos de la vida de Bibiana, son esos recuerdos de su familia en la infancia y saber que lo que es hoy en día es gracias a cada uno de ellos, aunque su familia y amigos le hayan dado la espalda en esa búsqueda por el miedo a repetir la historia.

 
Buscadoras exigen justicia por los desaparecidos. Foto: Nayeli García 

Entre la soledad y en medio de la indiferencia de la Fiscalía General del Estado (FGE) encontró a mujeres con historias similares que se unieron para hacer una ‘búsqueda a ciegas’, porque no sabían a dónde las iba a llegar la decisión de buscar por su cuenta a sus desaparecidos, a recibir amenazas, a sufrir la revictimización de la sociedad y una justicia que nos alcanza para pagar todo lo que han sufrido ellas, sus familias y los desparecidos.

Recordó que su primera meta cuando inició la búsqueda era tener la carpeta de investigación de la desaparición de su hermano en las manos, la geolocalización y la sábana de llamadas, cuando las tuvo, supo que no era suficiente para resolver la desaparición de su hermano, tenía que ir a la raíz del problema conocer la historia y el origen del narcotráfico derivado de la desigualdad social y el abandono de los más vulnerables.

En seis años de búsqueda, consideró que no puede decir que las cosas no han cambiado, porque sería negar el trabajo que todas las buscadoras han realizado y hoy se tienen más ‘herramientas de búsqueda’ con leyes, con comisiones, con apoyos, se han conformado más colectivos que antes no existían y Guanajuato paso de ser un estado sin muchos desaparecidos a uno de los más violentos del país.

 
La situación que atraviesa Guanajuato y todo el país se verá expresado por dos mujeres buscadoras. Foto: Nayeli García

“Es un mensaje que las cosas han estado empeorando, pero también es un mensaje de que las mujeres están perdiendo el miedo en Guanajuato, antes cuando no había colectivos todas buscábamos en secrecía, y las primeras marchas que hacíamos era que nadie nos viera la cara, era como buscar a escondidas. Cuando decidimos colectivo, ya nos importa que nos vean, ya no nos sentimos solas estamos acompañadas de otras mujeres que también están cansadas de la violencia que también buscan a alguien, que busquen cambiar las cosas”, puntualizó.

Reconocen a Bibiana, buscadora de Guanajuato

El Premio WOLA reconocerá el próximo 9 de mayo a Bibiana por su inquebrantable vocería contra la militarización en México y su liderazgo en uno de los colectivos de búsqueda de Guanajuato que trabajan activamente en un contexto de alto riesgo con la esperanza de encontrar a sus familiares.

Fue ella la encargada de ser la portavoz cuando en septiembre del 2022, el colectivo Hasta Encontrarte colocó la mega manta en la Estela de Luz en la Ciudad de México pronunciándose en contra de la militarización del país y los efectos negativos que ha tenido en la mal llamada ‘Guerra contra el crimen organizado’.

 
Buscadoras en Guanajuato. Foto: Nayeli García 

“A pesar de todas las ausencias que sufrimos las mujeres seguimos en pie, no sólo buscando a las personas desaparecidas, sino también nos involucramos en temas que puedan cambiar la situación que vivimos en nuestro país. Si logramos que una sola persona entienda que no nos merecemos la violencia que estamos viviendo, que no hay que ser sumiso ante las malas decisiones de las autoridades eso es un gran avance”, indicó.

No tememos que ser víctimas perfectas para tener acceso a la justicia

Bibiana explicó que en muchas ocasiones se busca tener una ‘víctima perfecta’ porque la sociedad considera que solo esas personas tienen valor como ser humano, una persona que no sale, que se porta bien, que era un ejemplo, pero la realidad es que los que más sufren de la violencia son los que viven en un contexto difícil de pobreza, de desigualdad, de consumo de droga, de una problemática social que no se está atendiendo y que en lugar de resolver, es fácil señalar que se lo merecían, cuando nadie se merece ser desaparecido y enterrado en una fosa clandestina.

“La justicia para mí es que un día la sociedad levantara la voz cada vez que haya una víctima homicidio, de feminicidio, porque socialmente pues solo nos tenemos a nosotros, al estado no le importamos, socialmente tenemos que apoyarnos, pero ese es un sueño que me hace seguir de pie, la ilusión de volver a ver a mi hermano”, mencionó.

 
Manifestación de buscadoras en Guanajuato. Foto: Nayeli García 

No hay justicia para los desaparecidos

Bibiana consideró que no alcanza la justicia para pagar todo aquello que pudo haber sufrido, no ella, sino su hermano al verse tapado del rostro y verse obligado a vivir en un mundo de atrocidades y todo lo que tuvo que pasar, y todo lo que ni siquiera sabe que sufrió porque ni siquiera tienen la oportunidad de tener acceso a la verdad.

“Mi justicia es que un día la gente logre entender que más allá de encontrar fosas, lo que queremos también es una sociedad que no normalice la violencia, que no nos haga merecedores, de que sí se lo merecía, que eso salga del lenguaje, que pase lo que pase sin importar las circunstancias”, comentó.

Aunque recibir un premio por la lucha que no buscó y que no debería de entrar enfrentando es triste y dolorosa, también recibir el premio WOLA es una oportunidad para enviar el mensaje a los desaparecidos que de sí hay alguien que los está buscando.

 
Las buscadoras no cesan en su labor. Foto: Nayeli García 

“Espero que nuestros desparecidos que siguen con vida y nos estén viendo desde algún lado, sepan que estas mujeres no se han cansado y siguen buscando, porque uno de los grandes temores es pensar que ellos sigan con vida y les digan que nadie te quiere y nadie te busca y sientan esta soledad”, señaló Bibiana.

Cada marcha, cada manifestación que se hace, explicó, también busca llevar ese mensaje de amor por parte de las mujeres que los siguen buscando, mujeres fregonas que en estos años aprendieron a alzar la cara y a no tener miedo de ser vistas, a dejar de lado de lado esa búsqueda a escondidas por miedo a las represalias no solo de la delincuencia, sino de las autoridades.

Las personas no pueden seguir desapareciendo, claman buscadoras

Bibiana compartió que el hecho de que en Estados Unidos volteen a ver qué está pasando en Guanajuato y el trabajo que hacen los colectivos, cuyo panorama es negro porque no se hace nada para detener las desapariciones y la violencia, es el hecho de que ven que esta situación no es normal y eso es lo que la gente debe de entender en México, que no se debe normalizar la violencia ni estigmatizar a las personas víctimas de ésta.

“Es una oportunidad de que a nivel internacional vean lo que está sucediendo en el país porque aquí lo tenemos normalizado y dos porque internacionalmente lo que otros países conocen son los informe que manda nuestro país y que es lo que manda el país, acaba de pasar con el censo: no hay desaparecidos, o no los que se tenía pensado, son mucho menos y estos 110 mil no hay razón para seguir buscándolos y los tachan, y me voy reduciendo la cifra”, señaló.