Celaya, Guanajuato.- Cómo han cambiado los tiempos: en eventos políticos, los acarreados de ahora ya no son como los de antes. Antes se sabía que a los asistentes se les pagaba con una torta, un refresco y una gorra. Ahora, cobran en efectivo.
Esto se evidenció durante la visita a Celaya de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, la gobernadora Libia Denisse García y otras autoridades. Desde el inicio hasta el final, un grupo de personas —principalmente mujeres— equipadas con tambores, matracas y altavoces, coreaban porras a la gobernadora de Guanajuato:
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“¡Gobernadora, gobernadora! ¡Se ve, se siente, Libia está presente!”
Incluso hubo momentos en los que sus gritos, cantos y ruido interrumpieron el mensaje oficial y molestaron a otros asistentes. Por momentos, se enfrascaron en una guerra de porras con los simpatizantes de Morena que gritaban:
“¡Es un honor estar con Claudia hoy!”
Al respecto, Juan Miguel Ramírez Sánchez declaró que este es un servicio que se paga, y que incluso se lo ofrecieron, pero lo rechazó:
“Todo mundo se da cuenta de que eso no está bien. Una de esas personas me dijo que nos podían apoyar; me cobraban mil pesos por persona. Luego dijeron que quedaban en 100. Les dije que no, muchas gracias, que nosotros íbamos a apoyar, pero sé que esas personas van porque se les paga. A mí me ofrecieron ese servicio y lo rechacé.”
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Según el presidente municipal, fue informado de un grupo de 32 personas que llevaron los tambores y otros objetos. El edil señaló que durante el evento, alguien le comentó que eso se veía mal, pero que la propia presidenta de la República le pidió que no les hiciera ni dijera nada.
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